Alrededor de siete balazos se incrustaron en el frente del nuevo Centro de Justicia Penal este sábado a la madrugada en lo que parece ser otro más episodio de amedrentamiento vinculado a causas de la justicia provincial.

Por cómo se vienen manifestando este tipo de casos en los últimos dos meses, que ya contabilizan nueve, podría tratarse una intimidación contra quienes participaron de la causa Los Monos. En ese edificio se condenaron a los miembros con penas altas en abril pasado y desde este 14 de agosto se harán allí las audiencias de apelación.

Las balas impactaron en los vidrios que dan a calle Rueda, y también sobre sillas de espera. En el lugar trabajaba la fiscal de Flagrancia que estaba de turno, Valeria Haurigot. El despliegue del procedimiento científico se produjo al amanecer. 

Repeticiones

A sólo diez días de los últimos dos episodios del mismo calibre, los dos inmuebles baleados que habían pertenecido a la familia de la jueza Marisol Usandizaga, la alarma vuelve a sonar. O no dejó de hacerlo.

Desde el Poder Judicial piden soluciones a las autoridades de Seguridad que no han logrado dar con los autores ni desactivar el modus operandi. Por ejemplo el Colegio de Magistrados y Funcionarios de Santa Fe emitió un duro comunicado contra los responsables de la seguridad en Santa Fe. En el mismo, hablaron de "evidente falta de eficacia" a la hora de cuidar a los jueces que trabajan en la causa contra Los Monos.

La respuesta por parte del ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, no tardó en llegar y la discusión se prolongó toda la semana. A través de Twitter, retrucó: "Todos los poderes del Estado tenemos la responsabilidad de luchar contra las mafias y el trabajo conjunto es una premisa irrenunciable".