Desde hoy, el establishment internacional abre los brazos a la Argentina otra vez y celebra la posibilidad de volver a endeudarla con préstamos que ya pronto el gobierno de Mauricio Macri empieza a gestionar para atravesar su gestión con liquidez suficiente como para apagar incendios al costo que sea.

Es que este viernes por la mañana, el gobierno nacional depositó en Nueva York 9.300 millones de dólares para los bonistas que no aceptaron entrar a los canjes de deuda realizados en los últimos años. Y de esa manera, el país ha salido del supuestamente ominoso default en el que lo habían sepultado en 2001. Si hasta el juez Thomas Griesa le levantó el pulgar.

Según un despacho de la agencia estatal Telam, hoy se acreditaron en Nueva York los u$s 9.300 millones, de los cuales 6.200 millones serán pagados de manera directa a quienes lograron un acuerdo con Argentina antes del 29 de febrero, y otros 3.100 millones se destinarán a un fideicomiso en el BONY (Banco of New York) para pagar a aquellos que lograron un pacto luego de esa fecha.

Además, y tras lograr un acuerdo con estos bonistas, el juez de Nueva York, Griesa, habilitará a partir de hoy el pago de otros 3.000 millones de dólares a quienes sí ingresaron a los canjes, y no podían cobrar debido a la orden cautelar impuesta por el magistrado en el 2014.

Estos fondos están retenidos en el Banco de la Nación y el BONY, y a partir de hoy, tras una orden judicial, quedarán liberados, por lo que Argentina dispondrá de 22 días para efectuar esos pagos.

De los 16.500 millones obtenidos el pasado martes por la colocación de bonos para pagar esta deuda, unos 7.200 ingresarán al Banco Central para fortalecer las reservas.

El mediador en el litigio de la deuda argentina, Daniel Pollak, informó que "la Argentina, cumpliendo sus promesas, pagó hoy a todos los holdouts que habían llegado a acuerdo en principio con la Argentina el 29 de febrero último".