La junta general de accionistas de Amazon rechazó dos medidas presentadas por un grupo de inversores que pusieron trabas a la venta de las controvertidas técnicas de reconocimiento facial a gobiernos, redoblando así la apuesta de la compañía por esta tecnología.

La primera de las medidas exigía a la empresa que "pusiera límites" a las ventas de su herramienta de reconocimiento facial Rekognition a cuerpos de Policía, otras agencias de la ley y al Gobierno de EE.UU., mientras que la segunda pedía que grupos de defensa de los derechos humanos y civiles emitiesen un informe independiente sobre la tecnología.

A ambas propuestas se opusieron tanto la Junta de Directores de Amazon como el fundador y consejero delegado de la empresa, Jeff Bezos, y fueron rechazadas en la votación de los accionistas, aunque la compañía no facilitará el número exacto de votos a favor y en contra hasta el viernes.

Las técnicas de reconocimiento facial, que usan inteligencia artificial para identificar a posibles criminales y ayudan en las tareas de búsqueda de menores desaparecidos y a prevenir el fraude documental, han sido duramente criticadas por las organizaciones pro derechos civiles.

Estas aseguran que esta tecnología invade la privacidad de los ciudadanos de forma excesiva, a la vez que puede perpetuar sesgos policiales contra minorías étnicas, ya que se ha probado que tiende más al error con personas de piel oscura.