Alex Bartsch es un fotógrafo inglés que supo unir dos de sus pasiones, la fotografía y el arte. Aficionado del reggae, decidió rendirle homenaje a sus discos favoritos retratándolos en el lugar donde fueron tomadas las imágenes de sus portadas.

Aunque el proceso parecía fácil ya que solo consistía en que cada tapa de vinilo fuera ubicado cuidadosamente para que se mezclara a la perfección con el entorno original, el producto final fue complicado de lograr. Ya que si bien muchos de estos lugares resultaron accesibles, otros requirieron de “trabajo de detective” por parte de Bartsch,