Hace unos días se conoció que el arte de los pizzeros de Nápoles ('pizzaioli') fue reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, una clasificación reservada para aquellas prácticas que forman parte del patrimonio cultural de una región, pero que son inmateriales. Para celebrar la mención los pizeros de Nápoles salieron a la calle a mostrar su arte.

La piza napolitana no es cualquier piza y así lo mostraron los cocineros que conservan esta práctica cultural. La original, la verdadera, o al menos la que reconoció la Unesco, consiste en preparar la masa en cuatro etapas para hornearla luego a fuego de leña dándole vueltas. 

Dieron cátedra en la calle y hicieron honor a la recomendación  del Comité intergubernamental, formado por representantes de 24 países firmantes de la Convención de la Unesco, de conservar la práctica gastronómica por su importante valor cultural y responder a la "necesidad social" de preservar las artes y oficios tradicionales que de otro modo desaparecerían.