Los hay formales y originales, con anécdotas y descripciones de rasgos del difunto. Referentes al pasado y hasta al futuro con promesas de eternidad. Los epitafios son un género narrativo bastante particular. Y aunque algunos piensen que no, está claro que siguen vivos.

En el cementerio El Salvador se pueden observar gran cantidad de epitafios de todas las épocas rosarinas. Para recuperar su sentido y apropiarlos, el Área de Preservación y Gestión en Cementerios Municipales organizó un particular taller para aprender a escribir epitafios que coordinará la doctora en Letras María del Rosario Fernández, de la Biblioteca Argentina. Este sábado, a las 10, en El Salvador. Es con entrada libre y gratuita pero se pide inscripción previa.

“Fernández pensó al epitafio como un micro texto que comunica mucho, más que una búsqueda de clausura o final se piensa qué van a recordar de nosotros cuando nos vayamos”, adelantó la coordinadora del área de cementerios perteneciente a la Dirección General de Defunciones y Cementerios Sylvia Lahitte, en diálogo con Rosarioplus.com.

El taller consiste en la lectura y reconocimiento de epitafios diversos, elegidos al azar. Se hará un recorrido por algunos epitafios del cementerio, y luego en una mesa de trabajo se analizarán las tantas formas que hay de transmitir sobre los difuntos y sobre la muerte en general, “desde la lingüística y la comunicación, se analiza cual fue el mensaje en esos micro textos”, adelantó Lahitte.

Finalmente, se invitará a escribir epitafios imaginados, para pensar “cómo quiero que me recuerden, delinear la manera en que queremos ser recordados por los seres queridos así como los que no nos conocen”.

La coordinadora y también antropóloga pensó: “Sería formidable volver a los antiguos usos de los epitafios para imaginar una vida cómo pudo ser, entre la foto y esa narración. Así los héroes anónimos no se escaparían de la memoria”.

Aclaración necesaria: en caso de lluvia se suspende.