Es una imagen viral en todo el mundo, y no es para menos. La fotografía de la que sería una espectacular camiseta homenaje del Liverpool a la banda que hizo conocida internacionalmente la ciudad: The Beatles.

Un diseñador le propuso a la marca de la indumentaria deportiva que viste al conjunto inglés una casaca para reconocer a la banda de rock más célebre de la ciudad, aunque hasta el momento, es sólo una idea, ya que el club no dio su aval.

Sin embargo, eso no ha sido impedimento para que en las redes sociales ya haya furor a la espera de la nueva remera. El diseño propuesto a la empresa New Balance, que en febrero de 2015 se hizo cargo de la indumentaria de los Reds, incluye el nombre de la banda y la famosa imagen de la portada del álbum Abbey Road, grabado y lanzado al mercado en 1969.

Se trata de la foto en la que los cuatro integrantes de la banda están cruzando por la senda peatonal la calle Abbey Road, justo en la esquina del estudio donde se grabó el disco, en el barrio londinense de St. John’s Wood.

El autor de la instantánea fue el fotógrafo escocés Iain Macmillan, quien el 8 de agosto de 1969 hizo seis tomas durante los diez minutos en que la policía londinense mantuvo interrumpido el tránsito vehicular. La elegida para la portada fue la única en la que los cuatro Beatles se veían con el paso coordinado.

Pese al éxito garantizado que tendría un diseño así, ni el Liverpool ni la marca cedieron todavía a la propuesta, y todo parece tener que ver con una cuestión de hinchada. Es que nunca ninguno de los integrantes de la banda manifestó ser simpatizante del club.

Los músicos nunca se mostraron como apasionados por el fútbol y siempre mantuvieron en secreto cuáles eran sus colores favoritos. De hecho, sobre John Lennon no hay referencias que lo asocien con la pelota.

En cuanto a los otros tres, tampoco hay certezas, aunque los indicios más firmes indican que Paul McCartney sería hincha de Everton (el archirrival de Liverpool) y Ringo Starr, de Arsenal. A George Harrison se le atribuyó una supuesta simpatía por el modesto Tranmere Rovers, el equipo más pequeño de la ciudad.