"Pokemon Espada y Escudo", el nuevo videojuego de la saga de Pikachu y compañía, dejó en evidencia que no solo estamos arruinando nuestro planeta, sino que los efectos negativos también están afectando al universo Pokemon. ¿Cómo puede ser?

Cursola es un nuevo personaje que ha aparecido en el juego, y no es más ni menos que el "espíritu" de un pokemon extinto producto del cambio climático desbocado. Según cuenta la historia en el videojuego, Cursola surgió después de que “el repentino cambio climático eliminó este antiguo tipo de Corsola” (es decir, al antepasado de Cursola). Cursola es, como el dispositivo explica, un pokémon fantasma, y por eso luce con ramificaciones pálidas que se extienden desde su centro.

Este nuevo pokémon no se vería fuera de lugar en uno de los muchos arrecifes muertos que se encuentran en la Tierra y su incorporación en la saga sirve para concientizar sobre los peligros que corren los corales en el planeta: el aumento de las temperaturas oceánicas está cambiando el delicado equilibrio que los mantuvo vivos y florecientes durante milenios. Bajo condiciones oceánicas estables, corales y algas coexisten en un enlace simbiótico vivo. Pero si la temperatura se calienta, pueden hacer que el coral expulse algas y, por tanto, muera.

Es la primera vez que en los juegos de la saga se incorpora un Pokemon muerto a modo de advertencia sobre las consecuencias en el mundo real. Asi que si ves a tu hijo viendo la serie de los monstruos de bolsillo o su video juego, puede que sea un buen momento para prestarles atención, tal vez tengan un mensaje para darte.