Los libros de ¿Dónde está Wally? supieron ser un éxito con una idea tan simple como adictiva: encontrar a un muchacho bonachón entre un montón de gente en escenarios que incluían distintos ambientes geográficos. De hecho fue tan exitoso que Wally supo salir de los libros y hasta tuvo su propia serie animada. 

En 1990 su creador, Martin Handford, confesó dedicarle unas ocho semanas de dibujo a cada escena, y puede ser que de ahí venga la complejidad de encontrar al personaje en algunas escenas y la clave del éxito de este libro que hasta el día de hoy suele encontrarse en varias bibliotecas hogareñas.

Pero después de muchos años un científico llamado Randal Olson parece haber encontrado el método definitivo para que la búsqueda de Wally no se vuelva tan complicada. Y aunque su título de “científico” haga pensar que lo logró valiéndose de su intelecto, lo cierto es que necesitó la ayuda de la inteligencia artificial.

Tras analizar la ubicación de 68 Wally en siete libros encontró una forma de encontrar al personaje. Según Randal primero hay que buscar por la parte inferior de la página izquierda. Si no está ahí, hay que pasar a la parte superior de la página de la derecha. Si todavía sigue sin aparecer, hay que buscar en la parte inferior derecha de la página de la derecha. Y como última opción buscar en la esquina inferior izquierda de la página derecha.

Con este recorrido, el “especialista en Wally” cree que el éxito está asegurado pero igualmente aprovecha y nos recuerda la verdadera enseñanza de ponerse a buscar al personaje de pullover rayado: “Como pasa con tantas cosas en esta vida, la satisfacción de encontrar a Wally está en el camino, y no en el destino”.