Fue una lucha legal que duró años, pero finalmente no hubo razón para ninguno. Tampoco Naruto, el famoso mono que se hizo una selfie con la cámara de un fotógrafo británico, podrá cobrar los derechos de autor por su imagen.

Así lo dictó el juez federal de San Francisco, William Orrick, a quien llegó el caso tras varios años en dilema legal. En 2011, el fotógrafo David Slater se encontraba fotografiando macacos crestados, una especie en vías de extinción, en una reserva de Indonesia. En un descuido, Naruto agarró la cámara y en el juego con el aparato apretó el botón con el que se tomó una linda auto fotografía.

A partir de ese momento, y después de que la publicación de la imagen en Wikimedia la hiciera viral, diferentes asociaciones de animales nucleadas en PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) demandaron en representación del mono para gestionar los beneficios de los derechos de autor de la selfie.

Ahí se inició una batalla legal a tres partes (Wikimedia, que decía que la instantánea no tenía derechos de autor y podía usarse libremente, PETA y David Slater) que parece llegar a su fin con esta sentencia, que había negado en resoluciones anteriores los derechos también al fotógrafo.

“Si bien el Congreso y el presidente pueden extender la protección de la ley a los animales además de a los humanos, no hay indicios de que lo hicieran en la ley de Derechos de Autor”, recoge el veredicto del tribunal federal de San Francisco.

Ya en 2014, la Oficina de Derechos de Autor de EEUU determinó que si un mono se hace una foto no hay derechos sobre la imagen. “La ley de derechos de autor sólo protege de los frutos del trabajo intelectual" que se fundamentan en los poderes creativos de la mente”, dictaminó la oficina estadounidense entonces.