Se vienen dos actividades en homenaje al artista, docente, militante e intelectual Rubén Naranjo, gracias a un trabajo conjunto del Museo de la Memoria (Córdoba 2019), la Fundación Naranjo, la cooperativa editorial Río Ancho y el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa (San Martín 1080).

En primer lugar, este jueves desde las 19:30 en el espacio llamado como el gran escritor local se realizará la presentación del libro Territorio de resistencia, una compilación de artículos periodísticos, cartas, disertaciones y conferencias de Naranjo, un hombre destacado por su trayectoria y compromiso constante en el campo social y popular.

La publicación, tercer título de la colección Palabras recobradas, de la cooperativa Río Ancho Ediciones, incluye una introducción de Osvaldo Aguirre y una biografía escrita por Juan Bereciartúa y Mirta Sellarés.

Un día después, el viernes 27, el Museo de la Memoria inaugurará una muestra titulada El archivo de las maldades, a cargo de las curadoras Iara Angaroni, Ana Julia Crespín, Leticia Giordano y Alejandra Rotondi.

Esta exposición, basada en la documentación guardada en el Centro Documental del mismo espacio local, exhibirá parte del legado producido y recopilado durante años por Rubén Naranjo relacionado con sus intereses y acciones ligadas a la lucha por la defensa de los derechos humanos.

Quién fue Rubén Naranjo

Nació el 27 de noviembre de 1929 en Buenos Aires, pero fue Rosario la ciudad de pertenencia y entrega.

Egresado en 1958 como Profesor de Pintura, de la Escuela Superior de Bellas Artes de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral, al año siguiente comenzó su carrera docente, ingresando por concurso en la Facultad de Arquitectura y Planeamiento. Desde 1976, inició una intensa labor como diseñador gráfico, fundamentalmente en editoriales e instituciones de Buenos Aires.

Desarrolló su actividad artística en muestras individuales y colectivas tanto en el país como el extranjero, y realizó audiovisuales referidos a temas artísticos y sociales, como también pinturas de murales en varios edificios de la ciudad, hasta 1969, año en que creó junto con otros jóvenes artistas la experiencia más revolucionaria del arte contemporáneo: Tucumán Arde.

Esta experiencia marcó el corte con la pintura tradicional y lo llevó a elegir el camino de la educación como sendero, trabajando en numerosos proyectos de educación popular, profesorados y universidades, hasta el Golpe Militar de 1976.

Participó de muchas instituciones que se distinguen gracias a su presencia y a sus aportes, entre ellas, la Escuela Provincial de Artes Visuales de Rosario, la Escuela de Artes Visuales de Santa Fe y Paraná, pero tal vez sea la Biblioteca Vigil la que más lo refiera.

Creó allí la Escuela de Artes Visuales en el espacio de Universidad Popular. Entre 1975 y 1977 se desarrolló como director del Instituto Secundario, y es quien creó y dirigió su ya mítica Editorial Biblioteca que adquirió trascendencia en los años 60' y 70', con sus casi 100 títulos referidos a temas educativos, artísticos, literatura, ensayos, historia y más de dos millones de ejemplares por todo el país.

Fue jurado en concursos para profesores y dictado numerosos cursos, seminarios, talleres y conferencias referidos a la problemática del arte, la educación y los derechos humanos, en instituciones públicas y privadas (escuelas, facultades, sindicatos, sociedades vecinales, centros de estudio, foros), en varias ciudades del país y de España, Francia, Suiza y Cuba.

Las autoridades constitucionales lo reintegraron a la vida universitaria en 1984 designándolo Director de la Escuela de Bellas Artes de la UNR (hasta 1990) y reincorporándolo en la Facultad de Arquitectura.

Su actividad en el campo de los Derechos Humanos lo tiene como miembro fundador de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, sumado a su trabajo con las Madres de Plaza de Mayo y su infinito apoyo, el Foro Memoria y Sociedad y los tantos temas que fueron para él siempre una preocupación que convertía en ocupación, desde los niños avasallados hasta los atropellos que se cometen en democracia, como los casos de gatillo fácil.

Siguiendo siempre en la coherencia de su pensamiento y acción, dedica años al estudio y difusión de los grandes maestros, es así que supo rescatar del olvido a grandes personalidades como Olga y Leticia Cossettini, Rosa Ziperovich y el Dr. Janusz Korczak, de quien escribiera el libro "Janusz Korczak, maestro de la humanidad" en 2001. Rubén es invitado en 1994 a participar de un Coloquio Internacional "Con Korczak, en la encrucijada de los valores educativos", en Suiza (Ver discurso), y en 2000 es distinguido por el Presidente de la República de Polonia por sus trabajos referidos a Korczak.

En 1995 dirigió un Seminario sobre Derechos Humanos en la Universidad de Laguna y el Ayuntamiento de Adeje, en Tenerife, y en 1996 está a cargo de dos talleres en la Universidad de Marsella-Luminy.

Escribió en diarios y revistas nacionales y extranjeros y participa de espacios en distintas radios. En 1993 tiene a su cargo el taller de dibujo en la Asociación CHICOS (Con Hondo Interés Comunitario Obramos Socialmente) que atiende a chicos de la calle.

Poco antes de su muerte, el Concejo Deliberante de Rosario lo declaró Ciudadano Ilustre, en virtud de su trayectoria, su compromiso y su trabajo constante en el campo social y popular.

Es de destacar su capacidad de entrega con instituciones que siguen hoy trabajando y que lo tienen como miembro fundador y principal referente: La Casa Chicos, la Biblioteca Pocho Lepratti, de la que fuera director, la Asamblea de Socios por la Recuperación de la Biblioteca Popular C. C. Vigil. En todas y en cada una de ellas ha dejado la impronta de su personalidad generosa.

Cuando murió el 3 de octubre de 2005, dejó un archivo personal de inigualable valor, compuesto de temas como: Educación, Arte, Política, Derechos Humanos, Dictadura, Chicos de la Calle, Bibliotecas Populares, Janusz Korczak, proyectos y creaciones editoriales.