Este domingo por la noche y lunes por la madrugada, todas las cámaras de fotos del mundo apuntaron hacia un solo objetivo, la superluna.  

El satélite se ubicó a unos 348.400 kilómetros de La Tierra, unos 35.400 kilómetros más cerca de lo habitual. Además, se vio un 14 por ciento mayor en tamaño y un 30 por ciento más luminosa.

El término "superluna" fue acuñado en 1979 por el astrólogo estadounidense Richard Nolle, quien auguró que podría verse una en 2011 y que traería aparejado un aumento de terremotos.

"Eso nunca ocurrió. No hay superlunas, no existen, es un término publicitario", afirmó el director del Planetario de Pamplona, España, Javier Armentia.

Sin embargo, lo que sí ocurre es una mayor o menor cercanía de la Luna con la Tierra y la coincidencia con la luna llena: según datos de la NASA, la luna de este domingo por la noche fue la más cercana a la Tierra desde 1948 y no se volverá a repetir hasta el 25 de noviembre de 2034.

La Luna tiene dos ciclos: uno de luna llena a luna llena, con una duración de 29,53 días, y otro que depende de su órbita elíptica alrededor de la Tierra, porque cada 27,55 días nuestro satélite se coloca en el punto más cercano a la Tierra. 

"Son dos períodos diferentes, pero más o menos tres o cuatro veces al año esa cercanía coincide con la luna llena y eso es lo que ahora se ha puesto de moda en llamar superluna", aseguró Armentia.