Se podría decir que Antonella Roccuzzo ya tiene a sus dos hijos a mano. Y las razones serían dos: por un lado, les hizo empatar en su piel. Es decir, la mujer de Messi se tatuó el nombre de su segundo hijo, Mateo, al igual que hizo en su día con su primogénito, Thiago.

Pero además porque el lugar elegido para tan importante sello en la piel no es otro que sus manos. La bella mamá no quiso hacer diferencias entre sus dos pequeños, y escribió con tinta en el lateral de su mano izquierda el nombre de Mateo. En la derecha, en el mismo lugar, tiene el de Thiago acompañado de un pequeño corazón.

Una madre igualitaria que, si tuviera otro bebé, debería pensar bien dónde tatuar su nombre, ya que más manos no le quedan.