Cuando Jon Lee Anderson se propuso escribir “Che Guevara: Una Vida Revolucionaria”, la biografía más importantes sobre Ernesto Guevara, se radicó en Cuba entre 1992 a 1995 con su esposa y sus tres hijos. La obra se publicó en 1997 y es una referencia obligada para conocer la historia del rosarino más famoso del mundo. Ahora, Jon Lee está de pie, como un faro entre la multitud, tan expectante como las más de 500 mil personas que llegaron hasta la Ciudad Deportiva de La Habana para presenciar el concierto gratuito de los Rolling Stones.

Sombrero blanco, camisa bordó con vivos verticales azules y blancos, el cronista que comenzó su carrera en 1979 como reportero del semanario peruano The Lima Times y luego saltó a las grandes ligas escribiendo en New York Times, The Financial Times, The Guardian o el El País, entre otros, intenta sofocar el calor  

“Es un momento de mucha coyuntura”, afirma Anderson en diálogo con RosarioPlus.com. “Es poner atrás la época de la represión cultural”, agrega en referencia al hito que significa la llegada de los Stones a Cuba. “La juventud cubana entiende lo que significa. Esto significa: mayor libertad”.

Es surreal. Así, define su percepción en torno a lo que se vive en la previa de una de los recitales más significativos de la historia del rock. Y relaciona el concierto con la visita del presidente de los Estados Unidos quien se marchó dos días antes del concierto. “Es el remate de una semana en donde hemos tenido a Barack Obama aquí, con sus servicios secretos norteamericanos, sus bestias, sus limusinas y pueblo entero en vilo”.

Las onomatopeyas funcionan como referencia para oxigenar el lenguaje. Guau hacen los perros, pero los “guau” de los humanos representan una expresión de asombro. “Cuando se fue (Obama) el miércoles hemos sentido una especie de área extraña. La mayoría de la gente quedó como… ¡Guau!”. Jon Lee Anderson utiliza las onomatopeyas en un momento exacto, es un área extraña después de 50 años de revolución cubana.

“Hace mucho tiempo los demás rockeros estaban vedados. Es un guiño al cambio generacional que se está dando en Cuba aunque estos son músicos para gente de mi edad, es para los viejos. Aunque trascienden las generaciones”. El cronista que escribe en The New Yorker y que perfiló a Fidel Castro, Gabriel García Márquez, Augusto Pinochet, el rey Juan Carlos, Saddam Hussein y a Hugo Chávez traduce su experiencia de vida con una palabra simple. Èl siente que la música de los Stones es para los “viejos”. 

“Es muy temprano como para sacar una conclusión mayor. Pero hay un antes y un después, luego de esta semana. Si  imaginamos los dos acontecimientos como “aguanta libros” fue lo de Obama y luego lo de los Rolling Stones”, agrega.

Más allá de la urgencia en los pronósticos políticos y económicos, Anderson sostiene que Cuba “vuelve a entrar en la familia de naciones”. El paso de tiempo se acelera en la isla. “No han tenido acceso a esto antes. Durante casi 50 años mientras el mundo disfrutó el progreso, y pasaron modas enteras y fueron reemplazadas por otras, ellos se mantuvieron al margen. Ya entran en la etapa de la globalización, por bien o por mal”.