Las noches de verano y sus estrellas son sin dudas un atractivo para cualquiera. Algunos sucesos astronómicos, por su excepcionalidad o su espectacularidad visual, llaman la atención más que otros y generan que hasta el menos ducho en la cuestión levante la vista hacia el cielo con atención. A fin de mes, ocurrirá uno de esos eventos que parece que no hay que perderse por nada.

El 31 de enero, tres eventos astronómicos que no se han dado simultáneamente en más de 150 años afectarán a la próxima luna llena, dando lugar a un hecho muy poco frecuente al que han dado a llamar eclipse de luna de sangre súper azul. Aunque parezca el nombre de un personaje de Dragon Ball Z, se trata de un suceso genuinamente científico en varias etapas.

Las lunas de sangre azul son muy raras y casi siempre siguen a la superluna de Año Nuevo, es decir la luna llena que "ocurre" más cerca de la Tierra en todo el año. Esto hace que se vean más grandes y brillantes de lo normal y se les llama “súper” porque son un 15% más brillantes y un 30% más grandes que las lunas llenas regulares. Durante los últimos días, esta superluna pudo apreciarse desde todo el planeta.

Las lunas "azules" son las segundas lunas llenas que se pueden ver en un mismo mes, de ahí la denominación de color de la luna especial del 31 de enero. Esta repetición de fenómeno no es tan común como pudiera pensarse: se dan, en promedio, cada dos años y medio.

¿Y la “sangre”? Las lunas de sangre son aquellas que se ven afectadas eclipse lunar total. Cuando esto ocurre, el satélite se ve de un intenso color rojo debido a cómo pasa la luz del Sol a través de la atmósfera de la Tierra. El último día del mes, se combinarán por primera vez en 150 años los tres factores, dando lugar a la famosa luna de sangre súper azul.

La mala noticia es que el fenómeno será completamente visible solamente desde el oeste de América del Norte hacia el Pacífico. Es decir que desde Argentina no podrá apreciarse visualmente el suceso, así que en lugar de estar atentos al cielo, habrá que estar pendiente de las redes sociales, a ver qué cuentan desde el hemisferio norte.