Enviados especiales. Jorge Omar Irineo deambula por avenida Rivadavia. Va y viene por la calle lateral del Congreso de la Nación. Con su agenda, diarios peronistas y el último libro de "la compañera" Stella Calloni, "Evo en la mira: CIA y DEA en Bolivia". Aunque su sombrero estilo Panamá lo protege del sol, y le posibilita resistir un poco más la alta temperatura de la Capital Federal, el abogado no para de sudar. 

Pero su transpiración no tiene como causante los casi 40 grados del 10 de diciembre, sino la ansiedad por entregarle al nuevo presidente de los argentinos un obsequio inédito.

"Quiero regalarle este reloj al presidente", indicó Jorge en diálogo con Rosarioplus.com, y explicó: "Hay sólo seis en el mundo: cuatro los tenían los ministros y embajadores de Perón, otro el compañero de la juventud peronista y diputado Dante Gullo y el último lo tengo yo y se lo quiero regalar, con todo mi cariño y  compromiso militante, a Alberto Fernandez; deseándole el mayor de los éxitos en esta gestión".

Irineo realizaba tareas en el juzgado federal número 3,  a cargo de Teófilo Lafuente, y en 1976, con el golpe cívico-militar, tuvo que "autoexiliarse" en diferentes países. Primero se trasladó, desde Ensenada de Barragán, hasta Uruguay. Al poco tiempo se dirigió a Florianópolis, donde trabajó como ayudante de cocinero para "juntar unos pesos" y partir al destino deseado: Madrid.

Una vez en Europa, el militante peronista que apoyó a Antonio Cafiero, Carlos Menem, Néstor Kirchner y Cristina Fernández, comenzó a recibir ayuda del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y acomodar su rutina.

Finalmente, el periplo del exiliado terminó en Cuernavaca, México, donde permaneció hasta el retorno de la democracia.

"El exilio fue difícil porque la mayoría éramos profesionales y tuvimos que subsistir siendo artesanos y vendiendo cuadritos en Madrid  hasta que obtuvimos la ayuda de ACNUR", comentó el letrado.

En el país Azteca, el ex empleado judicial encontró una nueva profesiñon: el periodismo. Comenzó a desempeñarse como redactor de la Agencia Cono Sur Press, que "vendía sus servicios para la Argentina" y el diario Liberación de París. En la actualidad es columnista de ABC Mundial.

Su compromiso militante no le impidió reflexionar sobre las gestiones peronistas que no cumplieron con las demandas sociales y populares: "Tuve una relación muy directa con Carlos Menem, creo que fui uno de los pocos que lo visitó cuando estuvo preso en (la localidad formoseña de) Las Lomitas, pero tuve una gran diferencia por su política neoliberal", señaló.

A pesar de las desilusiones y los desaciertos, Jorge Omar Irineo sigue militando para que el país tenga un gobierno nacional y popular, el mismo que imaginaba cuando juntos a sus compañeros de estudio fundaron la Federación Universitaria Peronista (FUP).