Ya se sabe, la pandemia alteró todo. Y en el terreno del espectáculo, ahora las peleas ya no son por el cartel sino por el streaming. Es lo que pasó a las cantantes Valeria Lynch y Patricia Sosa, y les costó una amistad de muchos años. Se pelearon porque, según la mirada de la ex rockera, la Lynch le jugó feo al armarle un show paralelo al que ella había anunciado antes, y perjudicarle así su venta de tickets.

La Sosa se había visto obligada a reprogramar para el  viernes 14 de agosto a las 21: 30 un concierto con su banda y por streaming. El motivo era que la voz de "Me das cada día más" había organizado un show por la misma vía, el mismo día y a la misma hora!

La esposa de Oscar Mediavilla lo tomó como una ofensa directa y se armó. “Me pone mal por la traición fea de quien supuestamente es tu amiga y que no le importa nada. Estoy hablando de Valeria”, disparó Patricia en Intrusos.

“Yo me puse muy mal cuando me puse a ver su streaming y se le frustró. Al otro día me mandó un mensaje diciendo que fue un lío, horrible, pero que lo tuvo que reprogramar para el día en que estaba yo a la misma hora porque la ticketera le había ofrecido esa fecha y no la podía cambiar. Yo me quedé helada, no lo podía creer. Entonces, Oscar llamó a la ticketera y le dijeron que ellos no eran los responsables, que fue la artista la que eligió la fecha y que no se quería mover de ahí”, aseguró Sosa. 

“La verdad es que yo llamé a Valeria y le dije: «Me perjudicás mucho, sabés que la última semana de streaming es la más fuerte de venta». Yo me vine de Córdoba y me vine con una banda entera porque tengo 15 personas a mi cargo que hace cinco meses que no trabajan y se necesita recaudar para que todas estas personas puedan recibir algo. Porque además tenemos una parte de público en común. Hay gente que escribía y decía ‘saqué las dos entradas ¿qué hago?’. Y no sé quién le decía que elijan, que una entrada la tenían que devolver. Y entre que es un lío sacar la entrada de streaming, imagínense lo que es devolverla. Entonces ella me puso que sabía que era un problema pero que no tenía otra fecha, que iba a ver cómo solucionarlo para que nos beneficie a las dos”.

Pero Valeria nunca llamó a Patricia, quien cayó en la cuenta de que solo ella había sido amiga en esa relación. 

“Esperé, esperé, hasta que la gente de la ticketera y su representante nos dijeron ‘esta artista es intransigente’, y que ella lo hace el 7 y que como mucho lo adelanta media hora. Que es lo único que puede cambiar”, contó Patricia. “Me puse muy triste, menos mal que en todo este tiempo que estuve en Córdoba trabajé mucho la aceptación y el desapego. Menos mal que esto no me agarra tan mal parada. Porque yo hace años que vengo sufriendo desplantes de parte de Valeria, ¿entienden? Si no es por una cosa es por la otra. Millones de llamados que no me contesta, me entero que va a ser abuela y que se separó por las redes. Ella ya no es mi amiga. No se actúa así con los amigos. Pero yo seguía llamando e insistiendo porque si en una relación alguien no pone amor el otro tiene que poner el doble, hasta que uno se da cuenta que si no es de los dos lados eso no funciona. Y acá me cayó la ficha”, dijo la voz de El mar más grande que hay.

Y dijo más: “Si alguien me pone el pie en la cabeza de tal manera que no le importe el sacrificio que estamos haciendo todos los músicos… Somos 5.000 familias afectadas por esto. Que no le importe pisarme la cabeza por un capricho. ¿Qué tenemos que hacer nosotros? Si estamos al pedo, sin hacer nada. No tenemos trabajo ni la posibilidad de planificar el futuro trabajo. Cuando hacemos un streaming hay que cuidar al otro”.

“Al no cambiar la fecha me perjudicó muchísimo en lo moral, en el sentimiento. Me perjudicó porque había hecho mucha prensa para esto y tengo que cambiar la info. Pero en el corazón me mató, me clavó un puñal. Terminé mi diálogo por WhatsApp diciéndole que viendo que no pudo hacer nada le dejaba la fecha, que sea muy feliz y que Dios la bendiga mucho. Se la dejé pero ni por ella ni por mí, sino por la gente que había sacado dos entradas para el mismo día. Entonces, ella me empezó a escribir y no quería saber más nada... Me bajó un telón y la bloqueé”, dijo sin nadie que le endulce los oídos.