Angelina Miotti y Brenda Tuninetti entendieron que “había que hacer algo para colaborar desde casa” el pasado jueves 19 de marzo, justo un ratito antes de que Alberto Fernández anunciara la cuarentena obligatoria, que ya era vox populi. Ellas tienen afectos cercanos en el área de salud, y comprendieron que no podían dejarlos solos en esta situación extraordinaria en la que su trabajo es de riesgo.

“Nuestros familiares nos comentaron que si bien había partidas de barbijos pedidas, creían que haría falta equiparse. Y apenas abrimos el Instagram nos empezaron a contactar desde diferentes lugares pidiendo, y hasta pretendían comprar, y les pasamos contactos de proveedores y de costureros porque nuestro fin era solidario” relató Brenda en diálogo con Rosarioplus.com.

Las jóvenes de barrios Abasto y centro de Rosario crearon hace sólo una semana una red de voluntarios dispuestos a coser barbijos, o a donar friselina o dinero, y abrieron la cuenta de Instagram “Cuarentena Solidaria”. Ellas, junto a Flavio Hernández, pareja de Brenda, son los vehiculizadores de esta red, ya que los tres cuentan con el certificado para circular en el marco de la cuarentena.

Desde aquel jueves no pararon de lloverles llamados, mensajes por Whatsapp y por Instagram, unos 50 diarios, de personas que se sumaban para ayudar de alguna manera. Hoy son unos 50 costureros y costureras, otras personas han donado guantes y dinero para comprar la friselina para confeccionar, otros corrieron la voz, y hasta pegan carteles en sus edificios.

Tomaron los tutoriales y moldes de la ONG "Barbijos solidarios" de Córdoba, y se los pasan a todos los costureros que se van sumando, y profesionales del área de Epidemiología municipal les brindaron información técnica respecto del material a utilizar (friselina de 80). Ambas trabajan por su cuenta, y alternan sus horas entre su trabajo comercial y el solidario.

“En una semana ya llevamos entregados 227 barbijos, y ya hay 200 metros de tela distribuidos entre las distintas personas que se ofrecieron a confeccionar, de los cuales esperamos poder producir un total de 5000 barbijos”, contó satisfecha Brenda.

El pasado jueves se entregó una partida a la sede del Sistema de Emergencia Sanitaria (SIES), de Balcarce y San Luis. Y antes al Programa de acompañantes de niñez, infancia y familia de Rosario y a Rosario Solidaria, para quienes están entregando comida a personas en situación de calle.

“Muchas personas nos manifestaron que se sentían útiles, que se les pasa más rápido el día con esta ocupacion en sus casas, y que prefieren estar haciendo algo solidario a estar ociosos”, aseguró Brenda, y reflexionó: “Si bien no sabemos cómo va a evolucionar en Argentina, hay casos y preferimos estar preparados. Entendemos que Municipalidad y Provincia están trabajando para proveer lo necesario, pero que dada dicha situación, amerita ser más personas trabajando”.

Consultada sobre cómo coordinaron con las autoridades municipales, Brenda confirmó que ya hubo una primera comunicación, y que buscarán “seguir los lineamientos y organización que ellos dispongan y derivar todo de manera que sea funcional a lo que las autoridades dispongan”. Desde esta semana el Municipio habilitó un comité de donaciones y suministros, que centralizará y vehiculizará estas producciones.

Sumada a su iniciativa para crear y distribuir los barbijos, Angélica y Brenda además aliaron su red al ayudar a difundir a un grupo de personas que imprimen máscaras con impresoras 3D y porque ellos “necesitan traslado desde Buenos Aires hasta Rosario para el material que necesitan”.