Si le echamos un vistazo rápido a las líneas de esta imagen, nos puede dar la impresión de que se alternan pares de rayas haciendo zigzag con pares haciendo curvas suaves. Pero no: todas las líneas tienen la misma forma y todas ellas siguen el mismo patrón de curvas suaves.

Se trata de un efecto creado por Kohske Takahashi, psicólogo de la universidad japonesa Chukyo, y publicado recientemente en la revista científica i-Perception. Takahashi habla de “ceguera a las curvas”, ya que la línea ondulada se percibe como en zigzag.

El efecto se aprecia sobre el fondo gris: si nos fijamos en las primeras líneas, nos puede dar la impresión de que cambian de curvas a zigzag en cuanto el fondo blanco pasa a ser gris. En las últimas, parece que de nuevo vuelven a ser curvas cuando el fondo pasa a ser negro.

Este efecto se debe principalmente a dos causas:

1. Las líneas que vemos en zigzag cambian de color, pasando de claro a oscuro, justo cuando la curva llega al vértice superior, lo que provoca que entren en conflicto los mecanismos de percepción de curvas y ángulos. En cambio, en los otros grupos de líneas se cambia de tono al final de cada curva.

2. El hecho de que el efecto tenga lugar sobre el fondo gris, y no sobre el blanco ni el negro, se debe principalmente a la influencia del contraste.

Sobre el gris, las partes oscuras son más oscuras que el fondo y las partes claras son más claras. Este doble contraste no se consigue con fondo blanco o con fondo negro.

Según explicó el propio Takahashi la web sobre ciencia IFLScience y a The Telegraph, su hipótesis es que los ojos y el cerebro “se han adaptado evolutivamente para detectar las esquinas de forma más eficiente que las curvas”.