A partir del análisis y comparación de distintos aspectos (instalaciones deportivas, entrenamientos, partidos y encuentros con presencia de público), un Politécnico de Turín con el aval del Comité Olímpico italiano, detalló las posibilidades contagio de coronavirus (COVID-19) que tiene cada deporte y el voley fue marcado como el más peligroso para practicar en época de pandemia.

Pero el informe que ubicaba al voley en el primer lugar comenzó a circular por los medios sin estar terminado. Lo que generó gran revuelo primero en Italia y luego en el mundo del deporte en general. En el informe final, con una escala de 1 a 8 en peligrosidad, el voley tuvo una calificación de 4 en etapas de entrenamiento y 5 en partidos, por debajo del básquet (4 y 7), judo (8 en competencia), Vela (8) y en la misma línea del tenis.

El entrenador argentino Julio Velasco fue uno de los primeros en hacerse eco de la situación y salió a aclarar lo ocurrido: "En este trabajo de 400 páginas, que aún no sé quién puede leerlas, en realidad escribieron 55 páginas. Pero representó un daño enorme para nosotros cuando hablamos con los padres de miles de niños que leen eso y ya no quieren que sus hijos jueguen porque el voleibol es el deporte más peligroso".