El presidente de Boca, Daniel Angelici, le pidió la renuncia al director técnico Rodolfo Arruabarrena pero finalmente aceptó darle una nueva oportunidad en el cargo. Tras una reunión mantenida en el predio de Casa Amarilla, el día después de la dura derrota con San Lorenzo en la final de la Supercopa Argentina, al Vasco se le extendió el crédito pero sólo hasta el fin de semana.

De esta manera, el entrenador dirigirá al equipo en La Bombonera el domingo próximo ante Atlético Tucumán, por la segunda fecha de la Zona 2 del Torneo Transición, luego de argumentar "fuerzas para seguir" en su entrevista con el máximo directivo del club.

El presidente llegó a la reunión con el claro mandato de la Comisión Directiva de exigirle al técnico un paso al costado. "Nosotros creemos que el ciclo está cumplido", le espetó luego de que el miércoles, en la previa del partido, asegurara públicamente que la continuidad no estaba vinculada al resultado.

Pero Arruabarrena, en sintonía con lo que declaró anoche en el estadio Mario Alberto Kempes tras la goleada, le pidió un voto de confianza con la convicción de que se considera apto para revertir el mal momento deportivo de Boca. Esa postura del técnico y la consulta previa que Angelici había hecho con los referentes de plantel terminaron de torcer la voluntad inicial del dirigente, según relataron a la agencia Télam fuentes de la Comisión Directiva.

La continuidad de Arruabarrena, de plazo incierto, se confirmó en medio de una ola de rumores con nombres de eventuales reemplazantes. Algunos de ellos lógicos, como Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto; otros quiméricos como Marcelo Bielsa y otros sorpresivos como Diego Cocca.

(Télam)