Es una final y aquí, más que en otras ocasiones, las disposiciones tácticas y estratégicas no son lo único que importa. En Córdoba lo psicológico jugará un papel preponderante y puede suponerse que por la cabeza de los jugadores de Rosario Central en algún momento pasarán los recuerdos de las dos finales perdidas. No perder el eje y enfocarse en el plan diagramado por el cuerpo técnico será fundamental.

Marco Ruben, Damián Musto y José Luis Fernández son tres de los que repiten respecto del choque ante Boca del año pasado. Los tres experimentados tendrán la responsabilidad de calmar a los otros que van por la revancha, los jóvenes Víctor Salazar (vio la roja demasiadas veces este semestre) y Walter Montoya. Figuras como Sosa y Teo Gutiérrez también saben de este tipo de definiciones y podrán aportar lo suyo tanto en el vestuario como en el campo de juego.

Si se desmenuzan los nombres, dibujos tácticos y estrategias de River y Central, puede adivinarse un partido abierto, con llegadas, sobre todo a partir de los rendimientos defensivos de ambos conjuntos en las últimas presentaciones. Aquí cobran vital importancia los volantes de quite y se da una coincidencia. Tanto Damián Musto como Leonardo Ponzio llegan con lo justo y aunque, se sabe, ambos son grandes jugadores de esfuerzo, tal vez en algún momento de la noche su estado físico les pase factura.

Lo mejor en ambos bandos se encuentra en ofensiva. O mejor dicho, en las transiciones ofensivas. Rosario Central puede lastimar con la llegada de sus mediocampistas, y en esa línea encuentra tal vez al mejor rendimiento del semestre. Walter Montoya se consolidó definitivamente como un volante de dinámica con llegada al gol y por la banda derecha puede atacar directamente al joven Luis Olivera, lateral izquierdo “Millonario”. Gio Lo Celso, en su gran despedida antes de partir hacia Francia, tendrá también que aparecer en esplendor.

La zona de gestación riverplatense también mostró un crecimiento notorio en el clásico ante Boca, pero lo hizo a partir de un inspiradísimo D’Alessandro. En el equipo de Gallardo todas las pelotas deben pasar por el experimentado enganche, aunque también Central deberá prestar atención a los goleadores Driussi y Alario, además de no descuidar las trepadas de Moreira, por derecha. La defensa “Canalla”, en su costado izquierdo, ya dio muestras de flaqueza.

Todo está estudiado al detalle por ambos cuerpos técnicos, pero los dos tienen sus urgencias y después de los minutos de estudio el juego puede abrirse. Con dos equipos parejos en prácticamente todo, la balanza puede inclinarse hacia el lado de quien mejor sepa soportar la presión.