No es un año más para Newell’s. Cuando el 2016 se acerque a su fin habrá elecciones, y la actual dirigencia ya recibe varios cuestionamientos por parte de una oposición que por ahora se hace notar, aunque fragmentada. En ese contexto, Lucas Bernardi encarará su primera pretemporada como entrenador junto a un plantel por ahora corto y sin nuevas figuras.

El balance de 2015 fue negativo. La Lepra deambuló por la mitad de la tabla y poco pudo hacer en la liguilla Pre Sudamericana. Por eso durante el nuevo año no habrá competencia internacional y la obligación será ser protagonista durante el torneo corto que se disputará durante el primer semestre. Difícil misión, ya que el plantel luce con pocas alternativas para ciertos sectores del campo de juego.

Aunque el entrenador insiste, por ahora no llegan las caras nuevas y en el inicio de la pretemporada serán los mismos de siempre. Para colmo, hay varios que pueden marcharse. Ignacio Scocco se acerca a River, club que siempre intentó seducirlo, mientras que otros referentes como Víctor López, Leandro Fernández y Víctor Figueroa tendrían las horas contadas dentro de la institución.

Así, el plantel quedará dividido entre juveniles y veteranos. La esperanza descansa en promesas como Ezequiel Unsain (20 años), Lucas Boyé (19) y Denis Rodríguez (19), mientras se espera que los experimentados como Maxi Rodríguez (35), Diego Mateo (37) Marcos Cáceres (29), si finalmente sigue, sirvan de guía.

Párrafo aparte merece Mauro Formica, uno que llegó hace rato pero casi no pudo jugar. En Newell’s todos esperan que la pretemporada lo ayude volver a ser el que alguna vez fue y que sea él quien se encargue de encabezar la ofensiva rojinegra en el campeonato que se iniciará en febrero.

¿A qué jugará Newell’s? Es una pregunta que el entrenador comenzará a responder durante la pretemporada que arranca este lunes. En los meses que lleva a cargo probó algunos sistemas y varios nombres, aunque ninguno convenció al hincha. Ahora, con tiempo para trabajar sobre los detalles, Bernardi encara un semestre en el que sólo vale mejorar y volver a ubicar al equipo entre los mejores del fútbol argentino.