Volvió Maxi y dibujó una sonrisa de fin de año a todos los leprosos. El regreso de la Fiera es sin dudas una buena noticia para todos en Newell’s, especialmente para el entrenador Héctor Bidogolio, que tendrá dentro del campo de juego al referente ideal para contagiar a los pibes y absorber la presión (que es mucha).

En la Lepra no vale pensar en otra cosa que sumar. De a uno o de a tres, todo sirve. En 2019 Newell’s no podrá darse el lujo de caer en malas rachas –en 2018 ganó solamente un partido de visitante-, eso traerá problemas de los que nadie quiere hablar y mucho antes de lo previsto.

Maxi será la bandera del nuevo Newell’s, y Bidoglio el conductor de un plantel al que seguramente se sumarán los pibes de Reserva que el entrenador conoce, siempre y cuando éste considere que están listos para dar el salto. Otros que ya saben lo que es jugar en Primera (Rivero, Cacciabue, Fydriszewski) seguramente sumarán muchos más minutos. 

Aunque el rojinegro ya jugó y ganó dos partidos con el nuevo DT, no se puede asegurar qué estilo de juego tendrá el Newell’s del nuevo año. Bidoglio podrá optar por darle continuidad a su buen trabajo en Reserva con un esquema 4-3-3 o intentar adaptarlo a lo que tenga a disposición.

El 2019 tendrá un condimento especial para el fútbol de la ciudad. En febrero, en el Coloso, volverá a jugarse el clásico y para Newell’s será clave, mucho más que otras veces. El reciente éxito obtenido por Central genera sed de revancha en el pueblo rojinegro. Con Maxi y los que puedan sumarse, la Lepra intentará entonces empezar a enderezar su andar después de largos meses de disgustos.