El tenis femenino en la Argentina es una deuda pendiente. Las jugadoras que se destacan a nivel nacional y que pretenden ingresar al profesionalismo se topan con una cantidad de obstáculos que van desde cuestiones económicas hasta la falta de competencias en el país, y que hacen que la mayoría abandone en el intento.

Pese a estos inconvenientes, Rosario siempre tuvo grandes representantes que la posicionaron en el mundo, tales como Mary Terán de Weiss y Viviana Locicero quienes se ubicaron en la elite internacional, o en la actualidad Nadia Podoroska, medallista de los Panamericanos de Lima 2019.

Al parecer la cantera local se presenta como inagotable y tiene una sucesora de lujo, Luisina Giovannini, quien si bien nació en la localidad cordobesa de Moldes, enamorada del tenis y con el apoyo de su familia se vino a vivir a Rosario a los 10 años para tratar de alcanzar su sueño, ser la número uno del mundo.

Instalada en la ciudad junto a sus padres y con el apoyo de otro soñador, el entrenador Saúl Erlicher, Luisina empezó a desandar su camino en el French Clay Tenis. El talento y sus virtudes con la raqueta de la joven tenista quedaron expuestos en el circuito nacional donde rápidamente en Sub12 ocupó la primera posición del ranking argentino de menores. 

A los 13 años Giovannini continuó manteniendo su liderazgo en el país y comenzó a incursionar en las competencias en el exterior. En la actualidad participa en su segundo año en Sub14, cuenta con sponsor que apuestan a su futuro como profesional y tiene como objetivo para 2021 obtener sus primeros puntos de WTA.

Destacó en diálogo con Rosarioplus.com: “Me gusta mucho Roger Federer, mi sueño es poder jugar al tenis de manera profesional y llegar a ser top ten, siempre sin descuidar el estudio. Pese a los entrenamientos y los viajes, puede terminar el año como abanderada, por ese motivo les recomiendo que hagan deporte, pero sin dejar de estudiar”.