El 26 de junio de 2017, Juan Manuel Llop firmó su contrato para convertirse, por segunda vez en su carrera de entrenador, en el DT de Newell's. Su Newell's, el club que le reserva un sitial en el olimpo de los grandes ídolos leprosos por lo que hizo adentro de la cancha en aquellas gloriosas páginas de fines de los 80s y principios de los 90s.

Su llegada se dio en un escenario turbulento en el Parque Independencia: Scocco y Fórmica se alejaban de la institución y Maxi Rodríguez, el último ídolo que sobrevivía a la profunda crisis del club, lo haría apenas unos días después. El Chocho recibió un equipo sin referentes, con muchos pibes y con incorporaciones que no llegaban a la altura de refuerzos.

"Nosotros tenemos la responsabilidad de resolver esta situación de habernos quedado sin grandes jugadores como Maxi, Scocco y Formica. Si lo hacemos positivamente, estará todo bien. Y eso recién lo vamos a ver y a evaluar cuando empecemos a competir. Hoy, en la previa, perdemos mucho porque se fueron todos. Los tres fueron determinantes durante el último campeonato. Y con ellos, se fueron muchos goles. Pero habrá que resolverlo. Para eso estamos acá", dijo en su momento casi como una profecía: esa falta de gol se volvió crónica y selló la suerte de la Lepra en esta Superliga.

Apenas 14 goles en 15 fechas es la magra cosecha de Newell's en lo que va del campeonato. Sólo una vez marcó tres goles: ante River en el Monumental, en aquel espejismo futbolístico donde la Lepra se regaló su mejor versión y dio el golpe ante los de Gallardo. 

Pero apenas dos semanas después de aquel oasis, llegó el momento más doloroso de la era Llop: la derrota ante Rosario Central en el Clásico Rosarino que se jugó en el Gigante. El Canalla pegó de arranque y Newell's no estuvo cerca en casi todo el resto del partido de tener una jugada clara de gol.

Esa anemia goleadora se traduce en un claro dato estadístico: Newell's se fue de la cancha sin gritar goles en ocho de los 15 partidos de la Superliga. Demasiado.

Este viernes, en otra dolorosa derrota ante Colón en el Coloso Marcelo Bielsa, todos los pecados de las 14 fechas anteriores se presentaron juntos para empujar al Newell's del Chocho un poco más hacia abajo en la tabla: pocas situaciones claras de gol, nula efectividad en las poquísimas que tuvo, desatención en defensa para que el rival termine quedándose con todo en una pelota parada.

En este último detalle puso el foco Llop en la conferencia de prensa post-derrota. No miente pero tampoco dice toda la verdad. Con suerte, Newell's no habría perdido, pero tampoco ganado. La falta de gol lo priva de ensayar alguna reacción ante cualquier adversidad defensiva. 

¿Le falta un goleador a Newell's? es relativo. Entre Leal y Sarmiento convirtieron 9 de los 14 goles de la Lepra. Eso sí, si no están ellos, cuesta encontrar otros nombres con capacidad para convertir. Torres, Bianchi, Fértoli, Varela y Guevgeozian (que ya no está en el club), con un solo tanto, son los otros goleadores leprosos. Todo un dato. La falta de variantes es una explicación. Que el DT no haya podido resolver la ausencia de los ídolos goleadores con un ssitema que encuentre otros caminos para meter la pelota en la red, otra.

¿Puede Llop revertir este escenario? ¿Puede alguien más hacerlo si no es él? ¿Puede este plantel de Newell's dar una mejor versión que esta? ¿Cuál es la respuesta para el bajón ofensivo? Preguntas que el hincha de Newell's ya no se puede responder, mientras mastica bronca y pide un cambio rotundo que saque al Rojinegro del pozo.