Un informe sobre el mercado laboral en Rosario, sobre el tercer trimestre del año, expone un marcado deterioro de situación, con algunos números que suenan alarmantes. El estudio ubica la tasa de desocupación en casi 14 por ciento, 4 puntos porcentuales más que el año pasado para esta misma época. Y la tasa de subocupación supera el 13%, por lo que la ciudad y su conurbano está a las puertas de declarar que uno de cada tres de sus habitantes económicamente activos tienen dificultades de empleo. 

El Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz difundió este martes su habitual relevamiento de la situación laboral para Rosario y área de influencia. Allí se indica que la tasa de desocupación aumentó de manera considerable desde el año pasado: de 9,77% a 13,89%. Y la tasa de subocupación llegó al 13,27%.

En números concretos, implica que en el tercer trimestre (junio - setiembre) de 2018 había en Rosario 69.790 personas sin trabajo y en su búsqueda. Es decir, 23.187 personas más que en el mismo período del año anterior. "Esto no se explica solo por la destrucción de puestos de trabajo, sino también por hogares donde no alcanzan los ingresos y otros miembros de ese hogar salen a buscar empleo", tradujo el Ceso en su informe.

"La problemática del desempleo en el último año en Rosario puede definirse como un problema derivado de desigualdades de género y de desempleo joven: en el último año ambas problemáticas se han acentuado", acotaron. 

La medición establece que el desempleo en jóvenes de hasta 29 años de edad alcanzó el 23,08% de esa franja en busca de trabajo. El asunto se puso más cuesta arriba para los que empiezan a transitar su vida laboralmente activa: hace un año el desempleo en jóvenes de hasta 29 explicaba el 56% del desempleo total en Rosario; hoy ese grupo etáreo explica el 60% de la desocupación en la región. 

También es cuestión de género. Según el dossier del Ceso, el desempleo aumentó más en mujeres que en varones. Para ellas, la tasa de desempleo fue de 14,77%, 6,49 más que el 8,28% del año pasado. Hoy las desocupadas son 11,7% más que los desocupados. 

En cuanto a nivel de registración, el Ceso concluyó en que la informalidad laboral (aportes y descuentos jubilatorios) llega al 39,19%.

El informe preguntó puntual a sus encuestados sin empleo acerca de cuándo fue que lo perdieron. El 91% respondió que lo perdió dentro de los seis meses anteriores a esta encuesta. "Esto indica una ralentaización económica desde el primer trimestre de 2018, agravada por la crisis cambiaria", interpretaron los autores del estudio. Asimismo, se comprobó que el desempleo afecta más a las personas con menores niveles de educación. Son más los desempleados que no completaron la escuela secundaria, un 55% más que la tasa de desempleo en niveles terciarios y universitarios.

La gente misma desmejoró respecto de cómo percibe el mercado de trabajo. El 62% opina negativamente sobre la situación laboral en general. Un año atrás los pesimistas eran 39%. Por lo contrario, los que describían su trabajo como "muy bueno" cayó del 13% al 4% de un año para otro. 

En 2017, el 60% de los encuestados había confesado que sus expectativas laborales para 2018 eran "buena" o "muy buena". Ese indicador hoy cayó a la mitad. Campea el pesimismo: hoy el 48% cree que será "mala o muy mala", contra un 18% que pensaba así el año pasado a esta altura.