La esperada tormenta entre el atardecer del lunes y la mañana del martes trajo complicaciones urbanas, ya que fue primero un viento con ráfagas de 70 kilómetros por hora, lo que generó en gran parte las anegaciones de hojas y basura en las bocacalles y la caída de más de 90 árboles, en el centro y macrocentro de la ciudad más que en sus barrios.

El comienzo de la jornada de martes, fue de un macrocentro bajo el agua. Tras el fuerte viento vinieron las lluvias desde la madrugada, que por la constancia llegó a los 50 centímetros, que tardaron en drenarse por la obstrucción de las bocacalles. Un fuerte operativo de Defensa Civil con Parques y Paseos y agentes de Control avanzó sobre los anegamientos, que poco después del mediodía ya fueron resueltos.

“Los barrenderos trabajaron en las limpiezas superficiales de las bocacalles, mientras que las obstrucciones más internas, que fueron más de 30, fueron intervenidas con camiones desobstructores”, detalló el secretario de Defensa Civil Gonzalo Ratner, en diálogo con Rosarioplus.com.

Confirmó que “los principales anegamientos fueron resueltos, y aclaró sobre los árboles de gran porte que resta trabajo que se realiza entre el martes y miércoles”.

El Estado municipal recibió unos 90 llamados por árboles y ramas caídos, y otros 60 reclamos por cables cortados y columnas derrumbadas, así como otros 10 por la voladura de carteles y bandejas de contención en obras de construcción.