En 2018, 604 varones entre 15 y 29 años murieron en el país víctima de agresiones, de los cuales más del 40% tenía entre 20 y 24 años, de acuerdo al informe de Estadísticas Vitales publicado por el Ministerio de Salud de la Nación. En tanto, especialistas afirmaron que estos datos expresan una de las consecuencias del "mandato de masculinidad".

De las 1.641 muertes totales por agresiones (en todas las edades y ambos sexos), casi el 83% (1.361) fueron varones; en todos los casos, la mayor cantidad de decesos se concentra en las franjas etarias correspondientes a la adolescencia y la juventud (entre 15 y 29 años) con 694 fallecimientos.

Los datos corresponden a las Estadísticas Vitales de 2018, publicadas a fines de 2019 por la Dirección de Estadística e Información de Salud (DEIS).

"Lo primero que cuestionamos es que haya un carácter inevitable en esta realidad, los jóvenes no son violentos por naturaleza, la juventud es una construcción social", señaló la socióloga Ana Miranda.

Miranda, responsable del Programa de Investigaciones de Juventud de Flacso Argentina, indicó que "esta violencia se encuentra presente en toda la sociedad, existe una construcción social de lo que es la masculinidad, un mandato que emerge en casos como los de Villa Gesell".

"La división sexual del trabajo, la represión de la emocionalidad como parte de lo masculino, forman parte de esos mandatos que si bien atraviesa a todos, en cada grupo social se expresa de una forma diferente", describió.

En julio de 2019, la entonces Secretaría de Salud de la Nación y Unicef Argentina publicaron un informe analizando, entre otros factores, el fallecimiento de los adolescentes en Argentina sobre la base de datos de la DEIS en 2017.

"Si bien la mortalidad en la adolescencia no es un evento frecuente y apenas representa el 1% del total de muertes que se producen anualmente en el país, adquiere una gran relevancia el hecho de que más de la mitad (57%) de las defunciones de adolescentes resultan evitables, ya que son secundarias a causas externas".