Los colectivos del transporte urbano de pasajeros deberán detenerse en todas las esquinas, independientemente de si tienen o no allí su parada, durante los días de lluvias o tormentas, según lo resuelto este jueves en el Concejo Municipal.

Además, si los pasajeros que desean ascender a la unidad son no videntes o tienen su movilidad reducida -embarazadas o personas con discapacidad motriz, por caso-, los choferes también deberán detenerse en lugares donde no corresponda parada de la línea, pero siempre dentro del sector de los últimos treinta metros de cada cuadra.

Hasta el momento, las dos únicas excepciones en las que los colectivos debían detenerse en todas las esquinas era en horario nocturno (que en Rosario rige desde las 20 hasta las 7 del día siguiente), y para el descenso y ascenso de usuarios con alguna discapacidad motriz o visual. 

“Con estas dos nuevas excepciones, nuestra ciudad pasa a cumplir con lo dispuesto en la Ley Nacional de Tránsito”, celebró el concejal peronista Eduardo Toniolli, autor de la iniciativa.

La modificación en la normativa establece también que la Secretaría de Transporte y Movilidad deberá proveer a usuarios con movilidad reducida de señales fosforescentes en forma de credencial para facilitar la detención de las unidades.