En pocas semanas, la ciudad se superpobló de ciclistas con cajitas de colores en sus espaldas. Son los repartidores de las apps Rappi, Glovo y Pedidos Ya, parte del nuevo paisaje urbano. El problema es que funcionan en un contexto poco claro y a espaldas de la Municipalidad según denunciaron varios concejales. Este jueves, los representantes de esas firmas deben presentarse en el Palacio Vasallo a explicar cuáles son sus intenciones y de qué manera asegurarán condiciones dignas a los trabajadores, pero entre los ediles hay escepticismo y pocos creen que vayan a asistir.

En la sesión celebrada hace dos semanas, el Concejo aprobó el proyecto para citar a emisarios de las multinacionales que por ahora trabajan en la ciudad sin habilitación. El hecho genera todo tipo de preocupaciones más allá de que represente una fuente de ingreso para cientos de jóvenes que a diario se inscriben para incorporarse al servicio de reparto a domicilio.

Fue el concejal Eduardo Toniolli uno de los primeros que alzó la voz contra las empresas. En su día, indicó que solamente Glovo pasó alguna vez por los pasillos de la Municipalidad para tramitar un permiso que nunca consiguió. “A cualquier hijo de vecino que quiere poner un kiosko o un almacén se le pide hasta el ADN y a estas multinacionales no se les pide nada”, se quejó.

Por su parte, los concejales del bloque Ciudad Futura expresaron su preocupación por las flojas condiciones de seguridad que se les brindan a los trabajadores. “Es urgente hacer política desde las ciudades y poner al concejo en un rol activo como este, ante un fenómeno que se está dando a escala global y expone a nuestros jóvenes a situaciones de trabajo sumamente riesgosas y precarias. Por eso, además de citar para escuchar a los representantes de las empresas en el día de mañana (jueves), también el proyecto aprobado prevé una segunda reunión con los trabajadores de estas empresas para conocer de primera mano su situación”, enfatizó Juan Monteverde.

Desde el socialismo, el presidente del bloque Horacio Ghirardi se mostró escéptico sobre la posibilidad de que los responsables de Rappi, Glovo y Pedidos Ya se presenten a la cita. De cualquier manera, brindó su opinión sobre “un tema nuevo que está creciendo”. “Tendrán que adaptarse a la normativa que está vigente y que regula a los cadetes, o habrá que actualizarla”, lanzó.

En todos lados

Las tres empresas nacieron lejos de Argentina pero en cuestión de meses se instalaron con fuerza en varias de las ciudades más importantes del mundo. Con millones de descargas y miles de interesados en sumarse a sus filas, funcionan a pleno en Buenos Aires y tienen las mismas intenciones para Rosario. De hecho, ya trabajan con algunas de las cadenas de supermercados más importantes.

Glovo fue fundada en 2015, en Barcelona. Hoy la app está disponible en España, Italia, Francia, Portugal, Rumania, Turquía, Brasil, Ecuador, Costa Rica, Panamá, Guatemala, Chile, Perú y Argentina.

Para seducir a los posibles repartidores ofrecen “flexibilidad de horarios, ingresos competitivos y la oportunidad de conocer tu ciudad repartiendo al aire libre” y la promesa de ganar hasta 85 pesos por hora. Los requisitos para ingresar desnudan lo precario del sistema: “Necesitarás una sonrisa de oreja a oreja, tu vehículo, un iPhone o dispositivo Android y ser mayor de 18 años”.

Nacida en Bogotá (Colombia) hace nada más que tres años, la historia de Rappi es similar. Con bases en varios países de Latinoamérica, se hizo fuerte especialmente en la zona metropolitana de Ciudad de México. Para ser “rappitendero” basta con postularse en la web.

“Podés conectarte a la hora que quieras y sin dejar de compartir con tu familia y amigos”, avisan desde la app que ya funciona en Buenos Aires, Córdoba, La Plata y Rosario.

Pedidos Ya es la más antigua de las tres (2009) y tal vez la más conocida en el país ya que son muchos los bares y restaurantes adheridos. En su web Repartos Ya reclutan “riders” y prometen: “Vos decidís cuanto ganar”. Solamente basta con aclarar ciudad de residencia y tipo de vehículo con el que se hará el trabajo. Nacida en Uruguay, conecta con más de 15.000 restaurantes en 400 ciudades de América del Sur.