La espera se hizo larga pero tuvo su recompensa. A cuatro meses de la convocatoria pública realizada por el gobierno de la provincia de Santa Fe para buscarle una familia a una niña de 13 años, la jueza a cargo del caso resolvió otorgarle la guarda preadoptiva a una mujer soltera de la localidad de Funes.

La convocatoria para adoptar a la adolescente se realizó entre el 18 y el 27 de octubre del año pasado. En ese lapso, 456 familias de 22 provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se anotaron, conmovidas por el caso que alcanzó amplia difusión en los medios.

De las 456 solicitudes de postulación, las tres provincias con más inscriptos fueron Santa Fe (145), Buenos Aires (99) y Córdoba (69). El rango de edad de los inscriptos varió entre los 25 y los 75 años.

El 2 de noviembre, el Ruaga (Registro Unico de Adopción y Guarda Preadoptiva) remitió once legajos de personas que se habían inscripto a la convocatoria pública. La jueza estudió las carpetas de los "pretensos adoptantes" -así se denomina a los postulantes- y los entrevistó junto al director del instituto donde se aloja la niña. Luego, tuvo una reunión con ella y finalmente seleccionó una postulante.

El 11 de noviembre, la niña con su acompañante personal tuvieron el primer encuentro con la aspirante seleccionada, de nombre Ana, en el Monumento Nacional a la Bandera, en Rosario. A partir de allí, los encuentros se hicieron frecuentes.

El 22 de noviembre se celebró una audiencia para fijar el plan de vinculación de la niña con la "pretensa adoptante". “A partir de allí, el vínculo se fue afianzando día a día, construyendo nuevos códigos internos y generando mucha complicidad entre ambas. En estos meses transcurridos han realizado dos viajes juntas, han pasado el cumpleaños de la joven y han armado el cuarto de la niña ya que fueron juntas a elegir los muebles; allí, la nena pidió una cama marinera para invitar a su hermanito a dormir, deseo que fue cumplido”, remarcó la psicóloga del Ruaga, Rocío Saenz, que se ocupó del caso.

También explicó que “se trabajó en la necesidad de fortalecer y preservar el vínculo entre los hermanos, más allá de que cada niño comience a construir una vida nueva. Ambas familias adoptivas ratificaron su compromiso para garantizar el derecho a preservar su vínculo afectivo, estableciendo una relación fluida entre los adultos y acompañando a los niños”.

“Estamos inmensamente felices con este resultado porque no teníamos la certeza de cómo iba a salir la primera experiencia de convocatoria pública impulsada por la provincia de Santa Fe, de alcance nacional”, destacó el secretario de Gestión Pública de Santa Fe, Matías Figueroa Escauriza.

Además, se mostró muy conforme por que "en tan poco tiempo, la niña haya podido encontrar un hogar donde poder dar y recibir amor. Este caso nos enorgullece por el trabajo realizado y nos da más fuerzas para continuar esforzándonos día a día por buscar un mundo mejor para los niños, niñas y adolescentes.

El secretario subrayó que el trabajo realizado no se agotó en la convocatoria pública, ya que se contactaron los 145 inscriptos en la provincia de Santa Fe y se les ofreció inscribirse formalmente en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines Adoptivos (Ruaga) de la provincia: “Luego de la convocatoria, 27 aspirantes se inscribieron y 16 lo hicieron con disponibilidad amplia, es decir, para adoptar chicos que han pasado la primera infancia”.

“La niña nos pidió que esta vez sí le encontremos una familia ya que hacía más de cuatro años que estaba institucionalizada. Como Estado provincial llegamos hasta la última instancia para encontrarle un hogar”, recordó.