La localidad mendocina de Maipú amaneció estremecida este lunes, cuando trascendieron los asesinatos de una mujer, de su hija y de su nieto, ocurridos el domingo por la noche, en una vivienda del barrio Bandera Argentina.

Alejandra Ferreyra, de 47 años, su hija Karen, discapacitada, de 22 años, y el pequeño Yariel, de 4 años (sobrino de ésta y nieto de aquella) fueron hallados sin vida por Janette Arenas -hermana de Karen- al llegar este lunes de madrugada a la casa familiar. Los cuerpos tenían heridas de arma blanca.

Las primeras declaraciones de testigos recabadas por la policía señalaron que por la noche vieron salir de la casa a un muchacho de 23 años, Ezequiel L., que era novio de Karen y que reside cerca de la escena del crimen. La policía fue a buscarlo de inmediato y lo encontró con zapatillas manchadas con sangre. Quedó detenido.

La conmoción atrajo enseguida a la prensa de Mendoza, que presenció la captura del sospechoso. Y en la misma casa fue Nora, su madre, la que enfrentó a los reporteros: contó que su hijo y Karen estaban juntos hacía dos años y que eran "inseparables". Asimismo, negó que su hijo sea el asesino; juró que estuvo en su casa toda la noche después de haber jugado al fútbol, y atribuyó la sangre en las zapatillas a un perro caniche de la familia que estuvo en el lugar del triple crimen.

El fiscal Carlos Torres, de la Unidad de Homicidios, está a cargo de la investigación, y personal de la Policía Científica trabaja aún en el lugar.