Los árbitros de disciplinas deportivas como el rugby, hockey, vóley y básquet deberán recibir un curso de primera asistencia y reanimación cardiopulmonar (RCP) a partir de una ordenanza sancionada por el Concejo en la sesión de este jueves.

Será el Ejecutivo el que, a través del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias dependiente de la Secretaría de Salud Pública, en conjunto con Defensa Civil Municipal, realice convenios con las diferentes asociaciones correspondiente a cada disciplina deportiva, para que se puedan brindar los cursos a los árbitros, que deberán realizarse una vez al año.

Los ediles tomaron como antecedente que desde septiembre de 2012 existe una normativa que establece que los árbitros de la Asociación Rosarina de Fútbol reciban un curso de primera asistencia y reanimación cardiopulmonar (RCP) una vez al año.

“Cada año mueren en nuestro país una gran cantidad de personas por muerte súbita y gran parte de estas muertes ocurren en el ámbito extra-hospitalario (trabajo, domicilio, clubes, gimnasios, etc.), fuera de los grandes centros de atención y en personas que se creían sanas y nunca manifestaron síntomas de enfermedad cardiovascular”, indica la ordenanza en sus considerandos.

“A partir de los 4 minutos que el corazón no transporta sangre y oxígeno por el organismo, las células comienzan a morirse, y por cada minuto que pasa se pierde el 10% de posibilidades de sobrevida, por ello, la principal determinante de sobrevida en estos casos son la Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) básica, realizada antes de los 4 minutos de ocurrido el evento súbito, seguidas por la desfibrilación precoz y estas acciones por la reanimación realizada por los equipos de salud”, señala el texto.

En ese sentido, advierte que “luego de varios estudios realizados en sistemas de emergencias organizados, el promedio de llegada de una ambulancia nunca es menor a 15 minutos, y la llegada al primer centro asistencial supera generalmente los 30 minutos; es por ello la importancia de la capacitación continua y el entrenamiento en maniobras de reanimación cardiopulmonar y uso de desfibriladores automáticos externos, principalmente en la comunidad y lugares donde existe gran circulación de público, como así también la difusión de hábitos saludables para la prevención de las enfermedades cardiovasculares”.