La feroz balacera que se desató este viernes por la tarde en Grandoli y Gutiérrez y que dejó un muerto y tres heridos graves podría tratarse de una venganza por el asesinato de Rubén Ariel “Tubi” Segovia en la cárcel santafesina de Coronda, ocurrido el martes pasado. Al menos es una hipótesis que los investigadores no descartan.

Es que los pesquisas descartaron de plano la hipótesis de un intento de robo y determinaron que el ataque se produjo sin mediar palabras. Además, las fuentes precisaron que la víctima fatal recibió varios proyectiles en su cuerpo que le causaron la muerte en forma inmediata.

La Policía recogió al menos 30 vainas servidas en el lugar del hecho, que dan la dimensión de la balacera.

Fuentes policiales no descartan la hipótesis de que el asesinato de Gómez tenga vinculación con el crimen de “Tubi” Segovia, el último martes en la cárcel de Coronda.

Segovia era un pistolero vinculado al clan Camino –que lideró el asesinado jefe de la barrabrava de Newell’s, Roberto “Pimpi” Camino- que cumplía una condena por varios delitos y prisión preventiva por cuatro casos de homicidio, en los que estaba involucrado con diferentes calificaciones.

“Tubi” fue asesinado en su celda de la prisión por cuatro personas que lo hirieron con una “chuza”.

Los pesquisas buscan vínculos entre ese asesinato y el de este viernes en el Fonavi, aunque creen que podría tratarse de un pase de facturas interno en la banda de los Camino, a la que respondía Segovia.

Broncas

En diálogo con un canal de televisión local, un hermano de Gómez aseguró que el ataque obedece a que “en el barrio hay broncas”, aunque no brindó detalles sobre la presunta contienda.

“Pasan y tiran al montón, y al que le pegan, le pegan”, añadió el hombre, y aclaró que su hermano no pertenecía a ningún grupo criminal. “Le tocó a mi hermano, es una bronca entre bandas”, sostuvo con visible resignación.

(Télam)