El ataque homicida de Aldana B., el lunes a la tarde, quedó en la retina de una persona que fue su testigo involuntario y contundente mientras caminaba por Cochabamba y Presidente Roca, rumbo a su trabajo. Por ese testimonio, la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro elaboró la acusación que convenció al juez penal Gustavo Pérez de Urrechu a dictar prisión preventiva por 90 días a esa joven de 26 años, ahora incriminada como la asesina de Ezequiel Santori, de 32 años. El muchacho se ganaba la vida en esa esquina, como cuidacoches, y murió este martes por la noche, luego de agonizar desde que Aldana lo atacó con un pico de vidrio de una botella. A priori se había dicho que ambos eran pareja, pero en la audiencia imputativa eso no se mencionó.

El juez imputó este miércoles a Aldana B. de clavar la púa de vidrio en el cuello. "Homicidio simple", consideró la fiscal. Lo que la compromete es el testimonio del testigo presencial, que mientras caminaba rumbo a su trabajo reparó en la discusión de dos hombres y una mujer. El testigo escuchó el estallido de una botella que se hacía añicos. Entonces vio cómo la joven le clavaba el pico de la botella en el cuello a uno de los hombres, y luego se retiraba caminando.

El testigo llamó tres veces al 911 para describir lo que acababa de ver, y develar la posición de la mujer en fuga. Finalmente una patrulla la detuvo en Paraguay al 1500. 

Pese a que el defensor oficial quiso encuadrar el caso como una posible legítima defensa, el juez Pérez de Urrechu consideró que esa teoría no tenía suficiente sustento, contrario a la presentada por la fiscal que se basa en el testimonio de un testigo presencial objetivo y que fue fundamental para poder detener a la mujer.

En la audiencia ninguna de las partes hizo referencia a que la víctima fuera cuidacoches del lugar ni que entre ellos existiera una relación afectiva.