El ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro buscó relativizar el impacto de la espectacular fuga de detenidos en tránsito, en plena autopista y con tiroteo mediante contra los agentes del Servicio Penitenciario. 

Aunque aseguró que no se descartan otras hipótesis, el ministro enfatizó en que se trató de “un traslado más, ya que son entre 3 mil y 5 mil por mes por pedidos judiciales”, y de esta manera buscó echar por tierra las similitudes del caso con la emboscada sucedida en marzo de 2017 cuando en el kilómetro 7 de la misma autopista a Santa Fe, un automóvil VW Bora negro interceptó a dos camionetas del Servicio Penitenciario de la provincia que trasladaban de regreso a la cárcel de Coronda a Luis "Pollo" Bassi, Milton Damario y Facundo Muñoz, los tres delincuentes que eran juzgados en aquel entonces por la muerte del ex líder de la banda narco criminal Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero.

“Era un traslado de acercamiento a sus familias como se realizan siempre. Ellos habían estado en la Unidad Regional 3, de Zeballos y Richieri en Rosario, y estaban volviendo a la cárcel de Coronda”, precisó este miércoles sobre los fugados, que destacó que son nueve de los 13 detenidos que viajaban en la camioneta, y que “se llevaron cuatro armas del personal penitenciario”.

Sin embargo puso paños fríos: “Tuvimos fugas de comisarías y siempre pudimos recapturar a los evadidos, es una fuga más”. Y se comprometió “a recapturar a todos los evadidos, para lo que tenemos 120 efectivos de la Unidad Regional 2, y de diferentes fuerzas policiales”

Consultado sobre la procedencia de los vehículos Fiat 147 y Volkswagen Suran que intervinieron, sólo adelantó: “Tenemos entendido que los vehículos fueron robados a punta de pistola”. Y confirmó que un miembro de servicio herido en el glúteo en el enfrentamiento. De esa manera, desestimó la idea de un operativo comando para liberar a los convictos.

La emboscada relacionada con Los Monos hace dos años

El ataque en marzo de 2017 fue feroz. Con al menos un fusil FAL, desde el automóvil abrieron fuego contra las camionetas del Servicio Penitenciario, causando heridas a cuatro uniformados y al preso Muñoz.

Bassi salió ileso del ataque y se encontraba junto a Milton Damario en el Hospital de Granadero Baigorria, aunque el Servicio Penitenciario se aprestaba a trasladarlos nuevamente.

Los tres habían participado de la audiencia en Tribunales donde la Fiscalía solicitó prisión perpetua para Damario y Muñoz y una pena de 22 años para Bassi.