Pepsi cierra una planta en México por amenazas del crimen organizado
En un comunicado, el Grupo GEPP, distribuidor de la popular gaseosa multinacional en México, confirmó la suspensión temporal "al no estar presentes las condiciones de seguridad" para continuar la distribución de sus productos en esta región del sur del país.
El cierre de Pepsi en Ciudad Altamirano se suma al anunciado por la empresa Coca Cola Femsa en marzo pasado de suspender operaciones en la misma población por las amenazas y hostigamiento de parte de grupos delictivos.
Fuentes citadas por varios portales informativos de la zona señalaron que Pepsi decidió suspender temporalmente sus operaciones en Ciudad Altamirano ante el "asedio y extorsión de grupos del crimen organizado", reprodujo la agencia de noticias EFE.
El cierre de Pepsi Co en esta población de Guerrero afectará el trabajo de unas cien personas y el suministro de sus productos en alrededor de ocho municipios cercanos.
Además de ser embotellador exclusivo de Pepsi en México, el grupo GEPP manufactura sus propias marcas de bebidas y en su cartera tiene marcas como 7-Up, Jarritos, Mirinda, Jumex y Gatorade.
En las últimas semanas otras empresas mexicanas han anunciado el cierre temporal de centros de distribución debido a que se ven afectadas por la amenaza del crimen organizado al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, quien está finalizando su gestión con muy bajos índices de aprobación ciudadana.
Por esta misma situación de inseguridad, en mayo pasado el mexicano Grupo Lala, con presencia en Estados Unidos, Brasil y Centroamérica, cerró su centro de distribución de Ciudad Mante, estado nororiental de Tamaulipas.