En abril de 2015 la Justicia provincial tomó una determinación que hizo mucho ruido. En busca de respuestas rápidas y concluyentes contra la banda Los Monos, en un momento de presión ciudadana hacia la dirigencia política por la inseguridad, se llegó a un acuerdo de juicio abreviado con los integrantes, quienes reconocían la asociación ilícita a cambio de penas muy bajas.

La mayoría de los integrantes recibió penas de tres años de prisión a cambio de reconocer el delito, aunque Ariel Máximo "Guille" Cantero, Emanuel Chamorro y Jorge Vilches habían sido procesados por la jueza Alejandra Rodenas como autores materiales del homicidio de Diego Demarre, dueño del boliche donde asesinaron a Claudio Pájaro Cantero, y que fue acribillado al otro día de ese crimen, en mayo de 2013. Por ese entonces, Ramón “Monchi” Machuca estaba prófugo de la Justicia.

Pero a los tres acusados se les bajó la imputación de autores materiales a partícipes secundarios, luego de que la mujer de Demarre cambiara su declaración, algo que suscitó suspicacias. Este fue el punto más criticado del acuerdo y el determinante para cerrarlo: sonaba a que Guille Cantero se le estaba perdonando de manera incomprensible una pena de prisión perpetua.

En medio de controversias, el fiscal Marino Ríos y su par del caso Demarre, Cristina Herrera, se negaron a firmar el acuerdo. Y los que terminaron estampando la rúbrica fueron los fiscales de Cámara, Guillermo Camporini y Cristina Rubiolo, y el fiscal Gonzalo Fernández Bussy, quien respondía por la causa de asociación ilícita pero no por la de Demarre, la cual se llevó todas las críticas. 

"El abreviado lo firmé por la causa en la que yo trabajé (asociación ilícita), y se firmó todo junto de manera global. En cada momento hubo toma de decisiones en uno y otro sentido. Que en los abreviados hubo 11 condenas, y 19 condenas del juicio, entre ellos muchos policías, eso eleva la cuestión", explicó y valoró en diálogo con Rosarioplus.com, Fernández Bussy.

Meses después, tres jueces lo declararon nulo (por el homicidio Demarre), y llegó a la Corte donde se rechazó el recurso.

Luego, Camporini fue reemplazado. El fiscal Luis Schiappa Pietra tomó la causa de Demarre, y Fernández Bussy se mantuvo con el resto de las causas y logró ser parte del juicio que concluyó este lunes con fuertes condenas. 

En lo que fue un cambio fuerte en el proceso, se modificaron las calificaciones de los homicidios, y es aquí el punto de inflexión. Hasta ese momento se esfumaba la posibilidad de un juicio oral con chances de que los supuestos criminales cargaran con duras penas sólo por la asociación ilícita, pero al juzgarlos también como autores materiales de homicidios agravado por el uso de arma de fuego, las penas cambiaron.

Tres años exactos después de aquel acuerdo abreviado, la Justicia condenó a 22 años a Guille Cantero. De la expectativa de pasar nueve años tras las rejas a más del doble algo cambió en el medio. El defensor de Guille Cantero, Carlos Varela, lo vinculó con el cambio político que se produjo en 2015.      

El procurador de la Corte, Jorge Barraguirre, que supervisó el juicio abreviado, al ser consultado por la diferencia en las penas entre lo resuelto este lunes y aquel acuerdo , consideró que “no hay contradicción”, porque se trató “de otra fiscalía de Cámaras y otros fiscales”. “Básicamente con un caso en especial donde un fiscal de Cámara (Camporini) que entendían una participación secundaria, y otro fiscal de Cámara que entendió una cuestión distinta (autoría material)”, dijo sin profundizar a Rosarioplus.com.