La vivienda de dos plantas de calle Zeballos al 2500, una de las dos que fueron baleadas en la noche del jueves por causas aún desconocidas, pertenece al ingeniero mecánico Ricardo Brachetta, un perito balístico que actuó en causas judiciales trascendentes, algo que dio el pie para las conjeturas. Sin embargo, luego de la conmoción por ver los impactos en la pared de su casa, confió que las balas no eran dirigidas para él.

“Yo no tengo ningún problema (...) Creo que el ataque no era contra mí”, aseguró el profesional quien es el propietario de la casa pero no pernocta en el lugar. Quien habita allí es su padre de 90 años. El anciano, alarmado, se comunicó con su hijo cuando aún los disparos resonaban en la calle vacía.

“Mi padre me llamó preocupado diciendo que se habían producido una serie de disparos. Yo llegué a los minutos y vi los impactos de bala en la casa”, explicó a LT8, y agregó: “Lo primero que me preguntó la policía es si vivía la doctora (Marisol) Usandizaga. Yo le dije que esa casa la compró hace más de 40 años mi papá a Horacio Usandizaga”.

El vínculo entre el episodio y la jueza que integró el tribunal que condenó a Los Monos tomó más fuerza con la otra balecera, en calle Dorrego al 1600, donde aparentemente su padre y ex presidente de Central, tuvo su estudio jurídico.

Causas

Brachetta intervino en varias causas de trascendencia como el asesinato de Jonathan Herrera, quien recibió disparos de un agente de las PAT mientras lavaba su auto en la calle. También en el asesinato de David Campos y Emanuel Medina, luego de una persecución con ribetes de cacería y posterior fusilamiento en la que están imputados 19 policías.

“No creo que tenga implicancia en las causas. En la de Jonathan Herrera no hice las pericias, estuve en una intervención en el tribunal. Y en la otra, la pericia la hizo la Policía Federal, yo sólo estuve en una etapa de investigación”, dijo.