La causa judicial en la que se investiga el doble crimen policial ocurrido en junio del año pasado en Arijón y Callao tiene a dos agentes imputados por el delito de homicidio. Para el fiscal Adrían Spelta está comprobado que Alejandro Bustos y Emiliano Mendoza dispararon contra David Campos y Emanuel Medina, las dos víctimas. El expediente tiene otras 16 imputaciones por encubrimiento. 

A fines de febrero, a Spelta le notificaron que Bustos, alojado en una comisaría, había sido trasladado a una clínica psiquiátrica por un "estado de alteración". 

Profesionales de la fuerza policial resolvieron que Bustos necesitaba ser internado producto de un "brote". Fue rechazado en el Agudo Ávila e internado finalmente en un centro privado.

La noticia sorprendió al fiscal. El aviso llegó con el hecho consumado y se concretó sin ningún aval judicial. El magistrado Héctor Núñez Cartelle se desayunó con el traslado en marzo, durante una audiencia pactada para revisar las prisiones preventivas de los imputados.

"Aquel días ni los abogados defensores de Bustos no sabían el motivo de la internación, rozó el bochorno", recordó Luciana Torres, abogada que representa a las familias de las víctimas. "Todo el procedimiento resultó muy extraño. Por eso solicitamos que se cite a los médicos para que expliquen el cuadro que tuvo. Todavía estamos esperando esa información", agregó. 

En las audiencias siguientes, Núñez Cartelle ordenó que Bustos sea traslado nuevamente a la comisaría donde estaba alojado. La medida se concretó hace días diez, tras casi dos meses de internación. Las familias de Campos y Medina tienes sus dudas sobre la salud del uniformado y el relato que hizo la policía.    

"En teoría tuvo un cuadro de ansiedad, eso argumentaron. Lo que no sabemos es si realmente ameritaba una internación o se forzó. Esperemos que justifiquen lo que se hizo, porque de lo contrario es grave", aseguró Germán Campos, el hermano de David. 

Según pudo averiguar Rosarioplus.com, el fiscal Spelta pedirá que Bustos sea trasladado cuanto antes al penal de Piñero para que esté "monitoreado y controlado" por el cuerpo médico de la cárcel. El servicio penitenciario tiene protocolos a seguir en el ámbito de la salud mental, algo que no pasa en las comisarías. 

El pedido se formalizará, en principio, la semana que viene, en una audiencia que aún no tiene fecha. Se espera que los abogados de Bustos entreguen toda la información médica solicitada para conocer la patología y el tratamiento que recibió el policía. 

Está acreditado que Bustos, agente del Comando Radioeléctrico, iba como acompañante en uno de los patrulleros que perseguía al Volkswagen Up en el que se trasladaban los jóvenes asesinados. Cuando el vehículo chocó contra un árbol, se bajó y disparó sin mediar palabra. Lo mismo hizo el oficial Mendoza, quien al mismo tiempo descendió de otro móvil policial.