Un llamado a la puerta y, acto seguido, la ejecución de un tiro en la cabeza. Así fue el final abrupto, este miércoles al amanecer, de Eduardo Hugo Rodríguez, un vecino de 42 años que residía en el confín de Fisherton, sobre el barrio Emaús.

El llamado al 911 llegó pasadas las seis de esta mañana, a una humilde vivienda del Pasaje 1458 al 900, a la vuelta de Juan José Paso al 8600. Fuentes del Ministerio Público de la Acusación indicaron que los vecinos hablaron de un llamado a golpes en la puerta, que los visitantes eran un grupo indeterminado de hombres, que acabaron por abrirla a patadas y que cuando Rodríguez salió al encuentro lo bajaron de un disparo en la cabeza. Murió allí mismo, en el comedor de su humilde vivienda.

El portavoz judicial deslizó una hipótesis de investigación que ubica al asesino de Rodríguez disparando desde un ventiluz, pero eso todavía no es una línea firme. 

Trabajan en el lugar del crimen la fiscal Georgina Pairola, de Homicidios Dolosos, y la Policía de Investigaciones (PDI).