Duró poco la decisión de que las fuerzas federales no intervengan en el operativo de seguridad que la Policía Metropolitana había montado este lunes en los alrededores del Congreso de la Nación en la previa de la sesión donde el Gobierno nacional buscará aprobar la ley de reforma impositiva.

Es que por la tarde, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, decidió movilizar a alrededor de 150 policías federales y unos 600 efectivos de Gendarmería a la zona donde desde el mediodía de este lunes se desataron serios incidentes con manifestantes que derribaron vallas y arrojaron objetos a los uniformados.

A partir de allí, se dieron una serie de enfrentamientos entre la policía y un grupo de manifestantes, con un saldo según fuentes oficiales de al menos 8 policías heridos y unos 40  detenidos.

El despliegue de los gendarmes era de grandes dimensiones en la zona del Congreso, aunque por el momento la presencia de las fuerzas federales era preventiva y no habían entrado en acción.