El jefe de Gabinete, Marcos Peña, afirmó este miércoles que la ayuda del FMI es para "una línea de créditos que nos haga menos vulnerables, para no depender de una sola fuente de financiamiento", aseguró que “hasta ahora no ha habido ningún planteo ni condicionamiento” del organismo crediticio para dar un préstamo y explicó que  "en casi treinta meses de gobierno hemos evitado una gran crisis", al ofrecer una rueda de prensa en Casa de Gobierno sobre las negociaciones que lleva a cabo en Washington el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, para lograr un acuerdo con el FMI. 

Peña negó rotundamente que exista una crisis por la subida de la cotización del dólar y el pedido de crédito al FMI. "Sabemos que por estos días se ha despertado en la gente angustia por una supuesta crisis; queremos reiterarles que, a pesar de los obstáculos, estamos convencidos que esto termina en desarrollo y crecimiento", afirmó el jefe de Gabinete.

Según Peña, "tenemos una vulnerabilidad externa, siempre lo hemos dicho", y explicó que "hay diversos hechos que se han ido acumulando para que hoy tengamos una mayor exigencia por parte de los que nos prestan la plata para este camino de gradualismo".

De cualquier manera, defendió la política económica de Cambiemos. El "gradualismo se basa en la confianza" de los argentinos y de los capitales externos, aseguró y agregó que el país "está en perfectas condiciones para superar esta transición política y económica sin traumas".

Por otra parte, exhortó a "no pensar que Argentina tiene un crédito ilimitado", y a "madurar como sociedad" para "no dar señales contradictorias" y asumir que no es posible "gastar más de lo que tenemos".

En otro orden de cosas, Peña consideró que el proyecto de la ley que limita los aumentos de tarifas que se trata en el Congreso “es inconstitucional”, y aunque no lo confirmó, dejó entrever que será vetado por el presidente Mauricio Macri en caso de que los legisladores lo aprueben.