El abogado y ex ministro de Justicia provincial, Héctor Superti, renunció a la representación del financista Jorge Oneto en la causa de estafas, fraude inmobiliario y lavado de activos al considerar que existe un clima político que afecta los intereses de su defendido.

Tanto Superti como Daniel Cuenca y Juan Lewis, ex ministros de Seguridad y Justicia, decidieron tomar la defensa de algunos imputados en la megaestafa, decisión que causó polémica y rispideces en el seno del socialismo, desde donde exigieron las renuncias de los profesionales por una cuestión de falta de ética.

Superti, quien representa a Oneto, imputado por lavado de activos y falsificación ideológica de instrumento público, más asociación ilícita junto al resto de los involucrados en la causa, afirmó que percibe un “clima político” donde es un “obstáculo” para su cliente.

A su vez dijo que sus “adversarios políticos” (…) “trazaron una raya diciendo acá están los buenos y me pusieron del lado de los malos”. Esta frase hace alusión a lo dicho por el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro: “Hemos trazado una raya y yo sé dónde estoy parado. Incomprensible la decisión de ex ministros defendiendo a acusados por lavado y fraude”.

El penalista Daniel Cuenca, quien fue ministro de Seguridad durante parte del gobierno de Hermes Binner, fue el primero en renunciar a la defensa de uno de los imputados, en este caso Pablo Abdala, gerente general del Diario La Capital.

Por su parte, Juan Lewis, quien dejó el Ministerio de Justicia en diciembre pasado y asumió como asesor en el bloque socialista en Diputados, no da el brazo a torcer y se mantiene como defensor del escribano Luis María Kurtzemann (hijo), a quien calificó como amigo y compañero de la facultad. Fue el propio diputado Rubén Galassi quien lo separó de su cargo en la Legislatura, cuando meses antes lo había designado como asesor.