El nuevo ministro de Economía, Hernán Lacunza, aportó un mensaje político además de su diagnóstico económico en la primera conferencia de prensa como funcionario del gobierno nacional. Luego de prometer estabilizar en el tipo de cambio, no dejó exento de responsabilidades a Alberto Fernández por lo que pueda suceder en este sentido.

“El proceso electoral no es indiferente a la estabilidad cambiaria. Y como el mercado presta más atención al futuro que al presente, más importante de lo que pueda hacer el gobierno, es lo que pueda estar diciendo la oposición. Y lo que diga (la oposición) es directamente proporcional con su chance de triunfo electoral”, sentenció.

Luego trató de desatar el dilema en que se encuentra Mauricio Macri en su doble variable de mandatario y candidato. “El presidente es primero presidente antes que candidato, y convocó a los candidatos a preservar la estabilidad como un bien superior ante cualquier ambición electoral. No puede ser una excusa o argumento para poner en jaque el bienestar durante la transición".

También buscó deslindar de responsabilidades ante una nueva devaluación y se la transfirió al mercado: "Como coinciden los analistas y como lo ha manifestado el candidato que más voto sostuvo en las primarias, no hace falta un tipo de cambio más alto. Cualquier presión no obedecerá a fundamentos reales. Será algo especulativo y nocivo para el funcionamiento de la economía”.

Por último hizo un diagnóstico de la crisis: "Es cierto que los resultados económicos en términos de bienestar, medidos por crecimiento e inflación, fueron menores a los esperados. Fue una combinación de herencia, errores propios y algo de mala suerte".

"Los analistas atribuirán la dosis de estos factores, pero no es menos cierto que el próximo presidente elegido quedará una plataforma más robusta para apalancarse y aspirar a un crecimiento sostenido", afirmó.