En un intento por bajar los decibeles a la tensión que existe entre vecinos del barrio República de La Sexta por el comienzo de los trabajos de intervención urbanística que encaran los gobiernos municipal y provincial en el sector conocido como La Siberia, en terrenos aledaños al Centro Universitario Rosario, de Berutti y Riobamba, desde el Concejo se ofrecieron a intermediar en el conflicto, a la vez que le reclamaron a la Universidad Nacional de Rosario que les muestre el proyecto urbanístico en los terrenos a recuperar. “Que la UNR deje de jugar a las escondidas”, dijeron.

En febrero de este año, la intendenta Mónica Fein, el gobernador Miguel Lifschitz y el rector de la UNR, Héctor Floriani, presentaron el proyecto para la transformación urbana de la Ciudad Universitaria de Rosario (CUR) y su entorno, que prevé ordenar urbanísticamente la zona, desarrollar una nueva avenida y construir más de 300 viviendas. Lo que en principio parece ser una buena noticia, no es visto con buenos ojos por unas unas 350 familias que viven en la zona desde hace varios años, pero en situación dominial irregular, y que se resisten a ser relocalizados.

El conflicto escaló y este martes hubo enfrentamientos entre vecinos y la policía. Para frenar un posible escenario de violencia, los ediles que participan de las comisiones  de Planeamiento, Gobierno y Ecología definieron reunirse semanalmente para analizar la urbanización de la Ciudad Universitaria. En ese sentido, uno de los primeros pedidos fue que el rector de la Universidad Nacional de Rosario, Héctor Floriani,  y el presidente del Servicio Público de la Vivienda y el Hábitat (SPVyH),  Manuel Sciutto, concurran al Palacio Vasallo la semana próxima.

“Este es un momento oportuno para repensar la situación de las viviendas  que están en inmediaciones de Berutti  y la cuestión de las viviendas que fueron cedidas por la Universidad hace muchísimos años”, dijo la presidenta de la comisión de Planeamiento, María Fernanda Gigliani de Inicitiva Popular (IP). “Habría que ver si este no es el momento también, -más allá que van a recibir intervenciones con luces led y pavimento-, de establecer la posibilidad de regularizar la situación de las familias que viven en ese lugar  y por otro lado lo que tiene que ver  con los conflictos que se generan con  familias”, agregó. 

En ese sentido, la concejala pidió a sus pares “decidir acerca de cómo el Concejo puede mediar en esa situación, ya que esta es una de las urbanizaciones más importantes de la ciudad”.

Teléfono, UNR

Varios ediles tuvieron críticas para con los directivos de la UNR, a quienes les achacaron no mostrar las cartas del proyecto que tienen para con los terrenos a desocupar. María Eugenia Schmuck  advirtió que “los concejales deberíamos  tener en nuestra manos el proyecto urbanístico de la Universidad  para evaluar la situación de manera completa”  y sugirió incluir el desarrollo de un parque público.

Más dura, Norma López  pidió que “la UNR deje de jugar a las escondidas. Es una falta de respeto”, y recalcó: “Hubo un error político al reprimir. Eso tiñe la mirada política, ya que se juega al desgaste del ciudadano”. 

Hasta desde el oficialismo local hubo críticas hacia la casa de altos estudios. El titular del bloque Socialista, Horacio Ghirardi,  lamentó que no se hiciera presente en la reunión el rector de la UNR. “Es una mala señal”, argumentó. Para el edil, “no hay trabajo coordinado y se charló en demasía el proyecto. Eso ayuda al que busca que esto no prospere”.

Por su parte, Juan Monteverde, del bloque Ciudad Futura, recordó que “el dueño formal de la tierra es la UNR y  la misma no ha demostrado tener un vínculo  con los habitantes del barrio afectado. Por el contrario, pareciera tener un conflicto con el entorno”.

Eduardo Toniolli, en tanto, bregó por “desactivar conflictos que puedan producirse en la zona con diálogo permanente con  aportación de  información”, tras lo cual hizo hincapié en trabajar para que la UNR  resuelva  la regularización de los vecinos, ubicados en el sector sujeto a expropiación. El edil subrayó que “los vecinos  no saben si en el límite del terreno a recuperar por la Universidad, se va a construir un paredón, se colocará un alambrado o se realizará un parque”.

Marina Magnani, de Unidad Ciudadana advirtió que “los niños de la zona no están durmiendo de noche pensando que los van a desalojar”. Luego sugirió que  la escuela y el centro de salud de la zona podrían utilizarse también como centro de información para  bajar los niveles de angustia. “Cuando no se informa debidamente se perjudica al afectado”, dijo. También pidió que se considere, a manera de involucrar a los vecinos, que los mismos sean considerados cuando se contraten trabajadores. “Es una forma de empoderarlos”.