La intendenta Mónica Fein le dedicó un capítulo de su discurso de apertura de sesiones en el Concejo a la relación del municipio rosarino con el gobierno nacional, y allí fueron más espinas que rosas. Al punto de que anunció la convocatoria para la semana próxima a todos los bloques del Palacio Vasallo a firmar un petitorio dirigido al presidente Mauricio Macri para que avale la búsqueda de financiamiento internacional para encarar el proyecto Bajos del Saladillo, por ejemplo.

Fein se diferenció del socialista Antonio Bonfatti, quien dijo en estos días que el voto a Macri fue un error del pueblo. "Yo, personalmente, no creo que el pueblo se equivoque al votar. Puede que los dirigentes nos equivoquemos al gobernar, pero el voto de los ciudadanos siempre debe ser respetado", dijo. Y cuestionó el trato que la gestión kirchnerista le dispensó a Rosario en sus doce años de gobierno. "Fue muy pobre, prácticamente inexistente, la inversión nacional en la ciudad. Atravesamos momentos de mucha tensión. Incluso hubo agravios de dirigentes, particularmente en la Cámara de Diputados, que excedieron los marcos de cualquier debate racional y que para nosotros son un límite insalvable. Sin embargo, ese trato poco democrático no nos impidió reconocer y acompañar las buenas iniciativas como la ley de matrimonio igualitario, ampliar el rol del Estado o la Asignación Universal por Hijo", reprochó la intendenta. La escuchaban adelante los ediles K como Eduardo Toniolli y Norma López, o Roberto Sukerman, sentado a su izquierda como vicepresidente del Concejo.

Para la relación con Cambiemos, Fein valoró algunas cosas como la coordinación con Nación y Provincia para diseñar estrategias sobre seguridad pública, los planes de vivienda social y la suma de vuelos al Aeropuerto Islas Malvinas. Nada más.

Por contraste, la jefa municipal recriminó al gobierno de Macri la discontinuación del Metro Bus Norte. "Una obra comprometida públicamente, que debió iniciarse el año pasado pero que de manera discrecional se ha direccionado a la ciudad de Morón", escrachó Fein en la cara de los concejales del PRO.

En el mismo orden, la intendenta señaló discriminación presupuestaria en perjuicio de Rosario. "A pesar de haber presentado numerosos proyectos sobre infraestructura barrial, Rosario no existe en el presupuesto nacional. Solamente se destinaron 60 millones el año pasado para barrio Deliot. El resto, son obras que veníamos ejecutando con el gobierno anterior", desnudó.

El reclamo superlativo vino por la negativa de Nación en apoyar la búsqueda de financiamiento de Rosario para grandes obras. "Los principales organismos internacionales -dijo Fein- de financiamiento multilateral y cooperación técnica, como el Banco Mundial, la CAF y el BID, consideran a Rosario una referencia en materia de gestión local. Como ninguna otra ciudad argentina, tenemos un largo historial de cooperación con estos organismos. Sin embargo la Nación nos sigue negando el aval para acceder al financiamiento externo. Aval que no le representa recursos, pero sí representa una decisión política. Esta situación nos impide obtener financiamiento para proyectos de alto impacto urbano, como por ejemplo el proyecto Bajos del Saladillo por el que esperan 20.000 vecinos", fustigó. Entonces se puso a comparar: "Durante el año 2016 y 2017, el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires obtuvo financiamiento externo por 1.440 millones de dólares. A esto se suman los créditos tomados por la Nación y también destinados a obras en la ciudad de Buenos Aires y su área metropolitana por otros 1.800 millones de dólares, y que por supuesto pagaremos entre todos los argentinos. A estas cifras, ya de por sí increíbles, tenemos que sumarle los proyectos con financiamiento internacional, presentados por el Gobierno Nacional y que están a punto de aprobarse, otra vez con destino a la capital porteña, lo que computarán unos 1.000 millones de dólares. En síntesis, mientras en estos dos años, a Rosario no se le autorizó ni un solo dólar de financiamiento externo, Ciudad de Buenos y su área metropolitana, el distrito con mayor riqueza del país, será beneficiado aproximadamente con 4.000 millones de dólares", remató.

Por todo eso, Fein denunció el favoritismo de Nación para con las administraciones de Horacio Rodríguez Larreta y de María Eugenia Vidal, en desmedro del resto del país. "Es escandaloso, y ya no habla sólo de una discriminación política. Se está agudizando uno de los mayores problemas estructurales de la Argentina: una ciudad capital cada vez más rica y un interior cada vez más pobre", concluyó la socialista.