El Concejo municipal aún se está acomodando luego de las elecciones intermedias, pero deberá despabilarse en breve. El primer tema que moverá el tablero de relaciones con esta actualizada composición será acordar quién asume la presidencia del cuerpo a principios de diciembre, luego de que Daniela León quedara afuera del Palacio Vasallo. El PRO tiene allanado el camino y la negociación será más interna que hacia el resto de las fuerzas políticas.

Desde el peronismo dicen que no los desvela luchar por ese sillón y que prefieren abocarse a resolver los problemas puertas para adentro. “Primero la unidad”, repiten, y se verá hasta qué punto la alcanzan: si en interbloques o en un solo bloque para hacer más contrapeso. Lo cierto es que no gastarán energías en una negociación que parece tener sólo dos actores: un herido pero gobernante Frente Progresista y el fortalecido PRO. “Si no nos une el amor, nos tendrá que unir el espanto”, gruñen por lo bajo en el justicialismo.

Un acuerdo tácito no reglamentado indica que la primera minoría (la que tiene más representantes pero no llega a ser absoluta) conserva la presidencia del cuerpo legislativo por dos períodos, y en esta oportunidad es el bloque del Pro, que tendrá nueve bancas a partir de diciembre. Desde el bloque del socialismo confirmaron a Rosarioplus.com que “el espíritu es respetar la primera minoría”.

Incluso esta intención la transmitió la propia intendenta Mónica Fein luego de las elecciones a quienes encabezaron las listas. Así se allana el camino para que el Concejo sea más amarillo que nunca, previo a una negociación inevitable entre ambas fuerzas.

Aún no hubo cumbre entre los nuevos concejales macristas para definir la postura pero todo indica que la alianza Cambiemos no se guardará esta bala ahora que está envalentonada por la amplia victoria de Roy López Molina que le otorgó la primera minoría. Desde el macrismo son cautos pero los tienta, y mucho, la posibilidad de que uno de su tropa se siente en el sillón de la presidencia.

El tema es quién. Por eso antes deberá haber fumata blanca hacia adentro del bloque porque la reestructuración no fue armoniosa. Las primarias enfrentaron a López Molina y a Anita Martínez y deberán ajustar la convivencia interna para sacarle provecho a lo que definieron como “una gran oportunidad”. Así las cosas, el Palacio Vasallo podría terminar de subirse a la ola amarilla.