El gobierno de Alberto Fernández precisó este jeuves que el proyecto sobre el aborto que prepara para presentar en el Congreso incluye no solo la despenalización sino también la legalización de la práctica en los centros de salud pública. Por lo que la Iglesia católica, principal opositora en el debate sobre el tema, retrucó reforzando su "acción pastoral en defensa de la vida".

Luego de que el miércoles el presidente Alberto Fernández confirmara desde París que está en sus planes el envío de una nueva iniciativa al Congreso, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, fue el encargado este jueves de precisar que "es necesario avanzar en la despenalización y después en la legalización" del aborto.

En declaraciones a Radio Continental, Cafiero sostuvo que lo que busca el Gobierno es "un entendimiento" respecto de las posturas encontradas, para lograr "una política de salud pública que se pueda imponer en el país".

"Entendemos que la Argentina tiene voces diversas y, a veces, hay que tomar decisiones con las cuales, por ahí, algunos argentinos se pueden sentir ofendidos, pero lo que buscamos es un entendimiento", sostuvo.

De esta manera, hizo referencia a una de las voces más críticas que enfrenta el gobierno en este tema: la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y el mismo Vaticano, con quien Fernández viene manteniendo una buena sintonía, en especial después del cordial encuentro que compartió con el papa Francisco el último día de enero.

"Cuando uno ve cuál es la responsabilidad pública que tiene, debe tomar decisiones relacionadas a cuestiones de salud pública y ahí es en donde encontramos necesario avanzar en la despenalización y después en la legalización", precisó hoy el jefe de Gabinete en sus declaraciones por radio.

La Iglesia en alerta

En la misma jornada de miércoles se conoció que la CEA convocó para el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, a una misa en la Basílica de Luján, en la que ratificará su posición contra el aborto, bajo el lema "Sí a las mujeres. Sí a la vida".

Si bien la convocatoria de la Iglesia fue entendida en algunos ámbitos como una respuesta al anuncio de Fernández en París, lo cierto es que el Episcopado venía trabajando en la organización de esa celebración desde diciembre pasado, con el objetivo de "reforzar las acciones pastorales en defensa de la vida", explicaron. 

"La convocatoria a la misa estaba en las redes sociales desde temprano y las declaraciones del Presidente fueron por la tarde. De ninguna manera, fue una respuesta", señalaron las fuentes.


La Iglesia viene en alerta por este tema desde diciembre cuando el ministro de Salud, Gines González García -recién asumido en su cargo- actualizó el protocolo para la realización de abortos no punibles, una medida que había sido instaurada por el secretario de Salud del gobierno anterior, Adolfo Rubinstein, pero que fue vetada por Mauricio Macri.

A pesar de las diferencias en esta cuestión puntual, la relación entre el gobierno y la Iglesia marcha sobre rieles en temas sociales -como la lucha contra el hambre y las drogas- y en especial esta semana, después del apoyo cosechado en El Vaticano, en el marco del proceso de renegociación de la deuda que está encarando el gobierno argentino.

El guiño del plan de los 1000 días

En medio de los cruces de este miércoles por el aborto, pareció un guiño de Fernández a la Iglesia el anuncio de que también se está elaborando otra iniciativa, denominada el "Plan de los 1000 días", que tiene como objetivo garantizar la alimentación de la madre desde el embarazo hasta que su hijo tenga dos años.

"Si la mujer quiere tener el hijo, la falta de recursos no será una excusa. El Estado le garantizará una adecuada alimentación", subrayaron fuentes oficiales que conocen los planes del Presidente.

El programa se inspira en uno similar que funciona en Francia, que consiste en que el Estado garantiza a la madre su alimentación y suplementos necesarios durante el embarazo, y luego monitorea al progenitor hasta los dos años.

Ambas iniciativas -la del aborto y la de los 1000 días- serán anunciadas formalmente por el Presidente el domingo 1 de marzo, durante su discurso ante la Asamblea Legislativa que se reunirá para dar comienzo a las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.